El Escritorio de Baco

El encanto del vino espumoso

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Se acercan los festejos fin de año y uno de los principales protagonistas es el vino y en especial el espumoso.

Existen fundamentalmente dos métodos para la elaboración de vino espumoso: El método champenoise o tradicional, y el método Charmat. El primero debe su nombre precisamente a la región donde fue creado. Consiste en la elaboración de un vino base casi siempre blanco, que se mezcla con otros vinos para embotellarse y llevar a cabo una segunda fermentación en botella durante al menos quince meses. El alcohol y el gas carbónico son productos de la fermentación pero en el caso de estos vinos, el gas carbónico en lugar de evaporarse queda atrapado en la misma botella. Concluida esta segunda fermentación se eliminan los sedimentos producto de dicho proceso químico y se encorcha para salir a la venta. Los vinos espumosos elaborados con el método tradicional son el champagne, Cava, los Crémant franceses y algunos vinos del nuevo mundo que así lo indican el su etiqueta.

El método Charmat es en el cual la segunda fermentación en lugar de llevarse a cabo en la botella, se realiza en tanques de acero herméticos que impiden la evaporación del gas carbónico. Una vez concluida se embotella de inmediato para no perder el gas. Los vinos espumosos elaborados con este método son más baratos que los de método tradicional como algunos Proseccos italianos.

En ambos métodos nunca se gasifican los vinos, es decir, no se les agrega gas carbónico de manera artificial, sino que el gas es un producto natural del propio vino como consecuencia de una segunda fermentación del vino.

Existen países productores de vino espumoso de mucha calidad. Pero Francia encabeza la lista con el rey de este tipo de vinos, el champagne. España es el primer país productor de vino espumoso en la región de Cataluña principalmente. Italia produce igualmente espumoso muy agradables como sus famosos Asti, Proseccos y Lambruscos. En el nuevo mundo países como México, Estados Unidos, Chile y Argentina, entre otros, comienzan a producir vinos espumosos que pueden resultar interesantes.

Las burbujas son celebración y la maravilla de este estilo de vino es que resulta ser magnífico compañero de muchísimas variedades de platillos. El que hoy recomiendo por su estupenda relación precio calidad es el champagne Louis Roederer Brut Premier. Con un precio aproximado de ochocientos pesos. Elegante, fresco, placentero y armoniza muy bien para aperitivos, pastas, moles rojos o simplemente para tomarlo con la persona que ustedes elijan. Pruébenlo, vivan la experiencia y déjense consentir. Por cierto, el 2 de diciembre en el restaurante EL LAGO impartiré el taller "El vino espumosos en el mundo". Será un honor contar con ustedes.

Celebrar con una cena acompañada de un buen espumoso puede resultar costoso, pero reunir a quienes más queremos, hace que el esfuerzo bien valga la pena. ¡Salud!

Twitter: @Rene_Renteria

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