La Fiesta Está Viva

Roca Rey

Del Perú ha llegado el nuevo Rey del toreo. Ya lo sabíamos, en el toreo los tiempos son misterio, las cosas suceden cuando tienen que pasar, ni antes ni después.

Del Perú ha llegado el nuevo Rey del toreo. Ya lo sabíamos, en el toreo los tiempos son misterio, las cosas suceden cuando tienen que pasar, ni antes ni después, sólo que para que se cumpla con el rey Cronos, el elegido tiene que estar preparado y dispuesto en cada tarde y con cada toro, en el campo y con cualquier vaca, pues el toreo es así, hay tardes que definen la historia y hombres que se convierten en leyendas vivas.

En estos tiempos absurdos de prohibicionismo en aras de una libertad sujeta a los criterios “morales” de unos cuantos, surge un Rey, no viene a desplazar a figuras ni emergentes, llega a mandar y a sumar desde la cima del toreo la estupenda oferta artística, a reivindicar la cultura, el amor por el estilo de vida privilegiado de los toreros, del sentir de un pueblo que vive en 8 países del mundo y que tiene como premisa sentir, emocionarse y vivir la vida sin complejos, respetando a sus semejantes pero ahora más que nunca exigiendo respeto.

Además de mandar en el ruedo y en los despachos, arrastra generaciones de jóvenes que están dispuestos a defender su derecho a la libertad con sus argumentos mirando al futuro que ellos quieren, no el que algunos oportunistas y políticos de poca monta y capacidad consideran deben tener.

Agosto marca el verano hispano, la actividad taurina es abundante, intensa y esta temporada, en especial, ha sido la reivindicación de que la Fiesta está más viva que nunca, que millones de personas gustan de ella y que será difícil que muera por vía de la prohibición. Como un símbolo con diversas lecturas, la Aste Nagusia como se denominan las fiestas en euskera a la Semana Grande de Bilbao, registró una tarde histórica, de leyenda, épica sobre la reivindicación del toreo y sus valores.

El jueves 26, ante la mejor entrada de la semana, de lectura son las pobres asistencias días previos y posteriores en lo que se considera la tercera mejor plaza de España, detrás de Madrid y Sevilla, sin llegar al lleno absoluto, hicieron el paseíllo Julián López “El Juli” cuyo reinado lleva ya más de 20 años, Manzanares que se conforma con ser príncipe y el huracán andino, Andrés Roca Rey, ante seis toros de Victoriano del Río una de las mejores ganaderías hispanas del momento.

La tarde transcurrió como era de esperarse, la entendida y respetuosa afición bilbaína gozó de la maestría del “Juli” y de la elegancia de Manzanares en los dos primeros toros. Durante la lidia del tercer toro, un bravo ejemplar del hierro que pasta en Guadalix de la Sierra en Madrid, Andrés Roca Rey sacudió las conciencias y el espíritu de los presentes y de los cientos de miles que estábamos pegados a un dispositivo digital con las manos empapadas de sudor y el alma en vilo al ser testigos de la verdad con la que un joven honraba el toreo, al toro bravo y su cultura. Llevando el valor y la entrega al límite, siendo tremendamente volteado por el bravo astado que haciendo lo suyo y cobrando el duro peaje del toreo, propinó tremenda paliza al torero.

Como un guerrero volvió al toro, remató la faena y se fue derecho tras la espada, con el corazón por delante, entregando su vida a cambio del reinado. La plaza loca, petición mayoritaria de dos orejas, sólo concedieron una, el juez un petardo.

A la enfermería, la noticia era que no salía, era lógico. Para sorpresa, y contra todas las recomendaciones, Roca Rey a paso templado, sin ademanes ni demagogias, volvió para lidiar el último de la tarde. Mermado físicamente y crecido espiritualmente tuvo una actuación trepidante. Una vez más volteado, paliza de órdago y de nuevo a la cara del toro. Estoconazo y dos orejas de ley. Minutos después de haber terminado la corrida, la emoción en el tendido no era digerida todavía, ha tomado tiempo y tomará aún más asimilar y gozar el nuevo reinado en el toreo.

Lo mejor de esta noticia es que la entrega absoluta sólo tiene un fin: torear bien, respetar al toro y al toreo. Ser una verdadera figura. La evolución taurina de Roca Rey va por delante de su entrega, lo mejor estamos por verlo y gozarlo. Deseo con fervor que venga a México en invierno, que las empresas sean generosas con la afición y le den lo que pida, lo vale porque este es un Rey capaz de salvarnos.

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