Sobremesa

Influyentismo y nepotismo en el 20 de Noviembre

Médicos residentes y personal del hospital 20 de Noviembre se unen para denunciar la irregularidad con que opera la dirección del centro médico.

Tal es el caso de la doctora Lucía Achell Nava, quien recientemente fue impuesta como titular del curso de dermatología por órdenes de la actual directora del hospital, Martha Alvarado Ibarra, pese a que, desde meses antes, otra especialista había sido seleccionada por la vía legal. ¡Así como lo están leyendo!

Médicos residentes y personal del 20 de Noviembre se unen para denunciar la irregularidad con que opera la dirección del centro médico, a la par que exigen deshacer la colocación arbitraria de una mujer que además ha sido acusada por incurrir en actos de discriminación, generar tensiones e incluso negarse a enseñar técnicas al alumnado, alegando que “le podían copiar sus técnicas”. ¡Quihúboles!

El conflicto surgió a raíz de la salida de Sagrario Hierro como encargada del área, quien se jubiló.

Desde un principio, Hierro propuso a la doctora Valeria Díaz como ideal para sustituirla, e incluso fue nombrada profesora sustituta hasta el inicio del siguiente ciclo, cuando se concretara la renuncia de la titular.

La doctora Valeria no solo contó con el visto bueno de la especialista, sino que se creó una convocatoria para concursar la titularidad del servicio de dermatología, en el cual sólo hubo dos interesadas. Una de ellas fue Valeria, mientras que la otra inscrita fue la doctora Lucía Achell.

Los resultados fueron contundentes: Valeria Díaz Molina fue la mejor calificada para dirigir el área de dermatología, y por una distancia considerable, de 325 puntos curriculares ante los 288 de Achell Nava.

Aunque la resolución era un hecho, nunca se oficializó del todo, pues Denisse Añorve y Miguel Ángel Minero, encargados del área de división de posgrado, comenzaron a dar largas a la hora de girar un oficio que concretara el nombramiento de Valeria Díaz:

Si en todo este tiempo les pedí el documento unas 20 veces, fueron pocas; y jamás me lo entregaron”, acusa la doctora, quien meses más tarde fue repentinamente informada de que de nada sirvió el proceso en el que contendió, pues la dirección tomó la decisión arbitraria de colocar a Achell como titular de dermatología.

¿Exceso de experiencia?

Palabras más, palabras menos, el argumento de Alvarado Ibarra para justificar la imposición de una amiga cercana suya para el puesto fue que no comprendía cómo, siendo más joven que Achell, Valeria Díaz tuviera un currículum más extenso.

Básicamente dijo que ella podía elegir a quien ella quisiera, pues era la directora”, recuerda la afectada, quien además ve en el argumento de la dirección un acto de discriminación por edad.

“¿Para qué hacen una convocatoria?”, cuestiona. “Desde un principio le hubieran dado el cargo, en lugar de hacer un proceso que no iban a respetar”.

La doctora Valeria denunció el caso ante el Órgano Interno de Control del ISSSTE, donde le dijeron -increíble pero cierto- que no hay mucho que pueda hacer, pues no existe un documento que la declare como titular del servicio de dermatología.

El perfil manchado

En redes sociales médicos residentes y el personal del hospital exigen que la selección del personal se haga de manera limpia y basada en los conocimientos de los candidatos, y no por influyentismos y amistades.

Además, les cuento que la cosa no se queda ahí, pues esta polémica ha sacado a flote al menos dos denuncias contra la doctora Lucía Achell Nava, por distintas conductas poco profesionales, que van desde maquillarse en clase hasta negarse a enseñar técnicas a los residentes de primer año.

Uno de estos oficios proviene de la propia Sagrario Hierro, la titular saliente, quien en 2019 prescindió de la labor de Achell como profesora adjunta en el curso, exponiendo, entre otras cosas, que:

No permitía la entrada a los residentes en cirugías que ella realizaba, argumentando que le copiaban sus técnicas.

Se reportaron constantes ausencias en el curso entre 2017 y 2018, ya que acudía a dar conferencias en otros laboratorios.

Propició tensiones a raíz de una mala relación con los residentes de primer año R1 en dermatología, que incluían mofarse de sus alumnos con muecas cuando exponían algún punto.

Se negó deliberadamente a dar clases que le correspondían.

Luego en 2021, un oficio más, promovido por el doctor Félix Octavio Martínez Alcalá, revela que había quejas contra la doctora por tratos discriminatorios, por el que se pedía a la titular tomar cartas en el asunto.

“Nada de lo expuesto ha sido suficiente para cambiar la decisión, firme, opaca y arbitraria de Martha Alvarado Ibarra, quien ostenta la dirección del CMN 20 de Noviembre desde el 19 de noviembre de 2021, de mantenerla en el cargo, sólo porque es su amiga”.

Otra de Almendra Ortiz y sus secuaces

Y ya que hablo de temas médicos, cómo ven que el brazo derecho de Almendra Ortiz -sí, la exgacela de AMLO que contrató por sus pistolas a Imedic, y que por no dar el servicio los derechohabientes se quedaron sin servicio de imágenes, lo cual les costó la vida a varios de ellos-, Juan Manuel López Ramírez, subdirector de personal del ISSSTE, tiene tres chambas en el gobierno federal. ¿Cómo les quedó el ojo? Trabaja al mismo tiempo en el ISSSTE, la SEP y el IMSS. ¿Será por eso que el IMSS, de Zoé Robledo, les mandó las batas recicladas, a pesar de tener un presupuesto en el ISSSTE de 750 mdp? Sí, los trabajadores del ISSSTE recibieron batas recicladas del IMSS. ¿Cómo se supo? Muy fácil, sólo había que darle la vuelta a la manga de la bata. ¡Ver para creer! ¿Acaso los 750 mdp de la partida de 2022 se irán a la campaña para la gubernatura de Chiapas que tanto presume Zoé Robledo (su estado natal)? ¿Habrá sido idea de Almendra y Juan Manuel? Lo cierto es que el dinero estaba y las batas eran recicladas y este señor, brazo derecho de Almendra, trabaja en el IMSS, el ISSSTE y la SEP.

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