Sobremesa

Auditores superiores, un cero a la izquierda

La ASF solamente entregó 125 de las mil 506 auditorías programadas al ejercicio 2020. Algo atrasados van, por decir lo menos.

El pasado 30 de junio, tanto la ASF como la Auditoría Superior de la CDMX hicieron la primera entrega de los informes de la fiscalización al ejercicio 2020.

La nota, además del semblante y el mensaje del auditor superior de la Federación, que aún reflejan los estragos de la zarandeada que tuvo con el bochornoso episodio del costo de la cancelación del aeropuerto de Texcoco –aunque los números sí fueron reales–, fue que, increíblemente, la ASF solamente entregó 125 de las mil 506 auditorías programadas al ejercicio 2020. ¡Así como lo están leyendo! Algo atrasados van, por decir lo menos.

De las 125 auditorías entregadas, 99 de ellas fueron al gasto federalizado a cargo de los estados.

La muestra auditada a los estados fue de 99.8 por ciento de los 329 mil 673.4 mdp; o sea, se les esculcó prácticamente todo.

Se les revisó el programa de Escuelas al Cien y los Fondos de Aportaciones para la Infraestructura Social Municipal y de Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios. También se incluyó una auditoría al interminable Metrobús de La Laguna.

Con todo y eso, los gobernadores en conjunto tuvieron observaciones únicamente por 16.1 mdp; o sea, el 0.005 por ciento de la muestra.

Al gobierno federal le tocaron las otras 26 auditorías con una muestra auditada de 34.8 por ciento del gasto reportado de poco más de 8 mil 500 bdp con probables quebrantos por 450.2 mdp.

Ese importe se concentra en los de siempre, Jiménez Espriú y su sucesor, Jorge Arganis, con 278.2 mdp en los proyectos de los viaductos 1 y 2 y la ampliación del Sistema del Tren Eléctrico Urbano de Guadalajara y del proyecto carretero Estación Don-Nogales.

Al agrónomo Octavio Romero, de Pemex, le señalaron 159.5 mdp en el proyecto de ingeniería, procura y construcción de un oleogasoducto y un oleoducto hacia la plataforma PP-Ayatsil-C, por devolver. Quien hizo su debut fue Elsa Julita Veites Arévalo, médica de profesión y hoy flamante titular de Capufe, con 5.5 mdp en la conservación de 20 km de la autopista Cuernavaca-Acapulco.

EL DEBUT ESPERADO DE EDWIN MERAZ

No han transcurrido ni dos meses al frente de la Auditoría Superior de la CDMX y su flamante titular empezó con el pie izquierdo, literal.

Se los digo porque solamente publicó un informe ejecutivo de 65 cuartillas, que más bien podría decirse que es un choro-informe, no hay otro adjetivo, y olvidó publicar, como lo mandata la Constitución de la CDMX, los 15 informes individuales que dizque terminaron en junio. ¡Así como lo está leyendo!

En el choro se habló principalmente de en qué consisten las auditorías, muy parecido a un curso de inducción dirigido a Meraz, quien, como ya lo he reportado en este espacio, no cuenta con las cartas credenciales para ocupar el puesto que ostenta; y el resto del informe fue dirigido al tema –no se vaya a reír, es en serio, ¡eh!– de la pandemia… de Wuhan, de los casos confirmados en China, de Europa occidental, de la incidencia en América Latina, de la OMS, de las variantes del virus, del lavado de manos y uso de gel, de las 287 vacunas experimentales y de las aprobadas en cada país, de que el sector privado y otras partes interesadas pueden intentar influir en la toma de decisiones del gobierno sobre las políticas relativas a las vacunas y a su distribución... ufff.

Caramba, ni el propio López-Gatell ha cacareado tanto el tema, y si bien es de agradecerse el interés de la ASCM en el tema sanitario, la Constitución local mandata publicar los informes individuales de auditoría y no una reseña del mundo mundial.

Ni para dónde avanzar, ¡ouch!

EMPATÍA

Qué tal que la AC Iluminemos de Azul, mediante una carta, le pidió, obvio con mucho respeto, al expresidente Vicente Fox empatía y que se sume y no reste a la inclusión, dejando de utilizar la palabra ‘autista’ como insulto.

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