Antes de la llegada al poder de Morena, la asesoría de la Presidencia de la República preparaba un cuidadoso análisis de los principales retos y oportunidades que se anticipaban a partir de septiembre y que servía como complemento al informe de gobierno y a la propuesta del presupuesto federal, de manera de ayudar al primer mandatario y al gabinete en la elaboración de políticas públicas y en la toma de decisiones. Ese análisis incluía todos los rubros cubiertos por el informe de gobierno, permitía tener una visión general del estado que guardaba la economía y permitía a la Oficina de la Presidencia establecer para su seguimiento hojas de ruta con el Congreso, con los gobernadores y con los miembros del gabinete.
En caso de que este análisis se hiciera este año, el apartado de comercio exterior e inversión extranjera destacaría la vulnerabilidad de la economía y la importancia del sector. Esta mañana, Sheinbaum mencionará que México sigue siendo el principal proveedor de Estados Unidos, habiendo exportado 264,382.7 millones de dólares durante el primer semestre del año, equivalente al 15% de las importaciones totales de la Unión Americana, por encima de los 198,224.1 millones de dólares de Canadá y de los 167,478.8 millones de dólares de China, según datos de la Oficina del Censo estadounidense. Además que, de acuerdo con Banco de México, el país captó 34,264.5 millones de dólares en inversión extranjera directa (IED) en el mismo periodo.
Estados Unidos representa el 61.6% de nuestro comercio total y el T-MEC ampara el 64.2% de todo nuestro comercio. Según Customs & Border Protection, el 46.7% de nuestras exportaciones cumplen con las reglas de origen del tratado y estima el arancel efectivo para nuestro país en 18.6%. El distanciamiento del gobierno mexicano del Congreso estadounidense aumenta todavía más la dependencia en la relación de la Presidenta con Trump, la que se ha complicado por los diversos temas que siguen pendientes desde el sexenio pasado, como el caso de Calica en Quintana Roo, la implementación de la reforma judicial y la reforma energética.
Por su parte, el comercio con los 27 miembros de la Unión Europea representa el 7.2% de nuestro comercio total mientras que China, con quien no tenemos ningún acuerdo comercial, representa el 10.7% de nuestro comercio total y el 19.9% de nuestras importaciones. La renegociación del T-MEC tendrá un efecto directo sobre ambas relaciones, pues Estados Unidos y Canadá quieren minimizar las importaciones chinas en la región. El desarrollo de nuevos mercados llevará tiempo porque nuestros principales productos de exportación son bienes intermedios, lo que requiere encontrar nuevos socios y sobre todo lograr las certificaciones necesarias como proveedores confiables. La visita en octubre de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, puede ayudar a abrir nuevas puertas, aunque la región de Asia-Pacífico es la más promisoria por sus tasas de crecimiento económico y de ingreso en las próximas dos décadas.
La centralización del poder y la injerencia del gobierno en el funcionamiento del mercado se viene reflejando en particular en la atracción de nuevas empresas extranjeras interesadas en invertir en el país. Los 34,264.5 millones de dólares reportados en el primer semestre en IED representan un crecimiento del 2.2% respecto al primer semestre del 2024, donde 3,148.6 millones (9.2% del total) son nuevos proyectos, 28,914.1 millones (84.4%) son utilidades reinvertidas y 2,202 millones (6.4%) son pagos entre compañías. Aunque la captación por nuevos proyectos es superior a los 1,875.6 millones del primer semestre del 2024, sigue muy por debajo de la tendencia histórica del 40% del total trimestral. Y las cifras de IED de China se mantienen como confidenciales.
Septiembre será crucial para la economía mexicana. Mañana llega Marco Rubio, tres meses después de la visita del subsecretario Christopher Landau, para conversar sobre narcóticos, migración y la posibilidad de una reunión con Trump. Rubio promovió la terminación del acuerdo sobre tomate. El 18 llegará Mark Carney para platicar sobre el T-MEC, con miras al anuncio trilateral sobre la renegociación del tratado. Y entonces quedaría el escenario para una reunión trilateral con Trump, quien depende de la Suprema Corte de su país para sostener los aranceles contra México y Canadá. México no puede continuar en el aislamiento que generó López Obrador y debe reposicionarse como un actor clave usando una retórica actual.