Joaquin Gandara

Urge recortar el gasto

 

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Recordemos lo que sucedía en la década de los setenta y principios de los ochenta cuando se descubrió el yacimiento de Cantarell y nuestro expresidente José López Portillo hizo célebres algunas frases como "El reto ahora es administrar la abundancia" o "Defenderé el peso como un perro". Esta última lo hizo acreedor al apodo de El perro.

Todo el dinero que generaba la producción y venta de petróleo debió haberse utilizado para inversión en infraestructura que ayudara a impulsar una mayor atracción de capital en actividades productivas o de lo contrario generar ahorro para darle solvencia a las finanzas públicas.

¿Lo hicimos? Por supuesto que no, la decisión fue incrementar el gasto público en programas asistencialistas e incrementar la estructura del gobierno. ¿Ayudó esto a potencializar el crecimiento económico o combatir la pobreza? Todos sabemos la respuesta.

En el año 2000 el país vivió una transformación histórica, ya que por primera vez existió alternancia en la presidencia de la República. Este cambio trascendental se logró sin derramar una sola gota de sangre y utilizando la vía institucional. En aquel momento todos los reflectores estaban sobre México, que además se beneficiaba de una producción todavía muy buena de petróleo y precios internacionales elevados. ¿Aprovechamos el momento y los recursos para invertir en infraestructura? La respuesta también la conocemos.

No obstante, todos esos años se operó sin déficit. El 100% de los recursos adicionales que se generaban por lo ya mencionado fueron utilizados para comprar voluntades de los gobernadores de los estados que crecieron su gasto corriente de manera irresponsable y recurrieron a un endeudamiento desmedido que en muchas ocasiones ni siquiera vimos reflejado en obra pública.

A partir  2009 y, ante el escenario de crisis internacional derivada del derrumbe inmobiliario de Estados Unidos, el gobierno del presidente Calderón decidió aumentar el déficit y financiarlo a través de nueva deuda. Esta política contracíclica ayudó parcialmente a la economía que siguió sin tener un crecimiento adecuado. El gasto público, siguió creciendo.

Con el regreso del Partido Revolucionario Institucional al gobierno no se detuvo la tendencia de incremento en el gasto público y aunque se cumplieron los compromisos en materia de déficit público, los recursos adicionales que se obtuvieron por la reforma hacendaria y la mayor eficacia en la recaudación se destinaron a un mayor gasto, manteniendo el ritmo creciente de la deuda. La drástica caída en la producción y precio de petróleo contribuyó a disminuir el margen de maniobra del gobierno mexicano.

Hace algunas semanas Standard & Poor's redujo la perspectiva de la deuda mexicana de 'estable' a 'negativa', externando su preocupación por el nivel de endeudamiento de las finanzas públicas, pero sobre todo por su trayectoria ascendente.

Es por ello que en el IMEF hemos señalado la necesidad urgente de que se reduzca el gasto público y no exista un endeudamiento adicional, ya que la prioridad de las autoridades debe estar enfocada en asegurar el grado de inversión en la calificación de deuda soberana de México dentro de un marco de estabilidad macroeconómica y con esto seguir siendo un destino atractivo para recibir recursos.

La reducción en el gasto debe ser profunda y estar enfocada en el gasto corriente de actividades no prioritarias. No únicamente por sanidad en las finanzas públicas, sino también por la señal de compromiso, responsabilidad y congruencia que debe mandar el gobierno a la ciudadanía.

El entorno internacional seguirá siendo adverso en los próximos meses, el petróleo ya no será el sostén y la deuda pública no puede crecer más.

Sólo a través de una serie de acciones congruentes y contundentes es como México se mantendrá como la economía emergente más atractiva para la inversión, y así seguiremos viendo más claros que oscuros en el horizonte.

El autor es presidente del Consejo Directivo Nacional del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).

Twitter: @joaquingandara

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