Moneda en el Aire

Dos nuevos bancos y un gigante

Bineo de Banorte, Openbank de Grupo Santander y BBVA, que seguirán el camino para ser un banco digital, son los nombres de la revolución tecnológica de la banca mexicana.

La revolución tecnológica en la banca mexicana está en marcha desde hace tiempo y todos con diferentes estrategias; unos optaron por ‘echar toda la carne al asador’ para tener aplicaciones bancarias con la mejor interfaz, fáciles de usar y seguras; otros también optaron por usar el ‘paraguas’ regulatorio de la licencia bancaria para tener otra marca que no los identifique como banco, pero sí dar todos los servicios que una institución regulada puede hacer, y otros quizás, los más osados, optaron por pedir una licencia bancaria nueva para ser bancos cien por ciento digitales.

Ese camino que algunos ya iniciaron, será muy interesante en el sector financiero mexicano, porque aún no arrancan operaciones y las expectativas sobre ellos son amplias. Primero está Bineo que es el banco digital de Banorte y el cual ya se encuentra en la fase de revisión tecnológica para que pueda arrancar operaciones una vez que tenga el aval de las autoridades, aunque todo indica que en 2023 verá la luz.

El otro, que está en proceso de obtener la licencia bancaria para operar como ya lo hace en Argentina, Alemania, Portugal y Países Bajos es Openbank que forma parte de Grupo Santander, y en México tienen ya el proceso avanzado, por lo que esperarían tener pronto la autorización para poner en marcha un nuevo banco que será totalmente digital y formará parte del grupo Santander, y al igual que sus ‘hermanos’ que ya operan con éxito en otros países estará enfocado en la banca minorista para particulares.

Lo interesante, es que ambos bancos consideran que no se ‘pelearán’ entre sí por los clientes, ya que el enfoque es llegar a ese segmento de nuevos clientes que no quieren tener contacto con ‘ningún banco’ y han optado por fintech o aplicaciones que dejan mucho que desear.

Ante estas estrategias, el gigante del sistema en México que es BBVA, asegura que seguirán con el camino elegido hace ya varios años de ser un banco digital, eso sí con sucursales como hasta ahora, pero con la inversión ya hecha compiten con fintech y los bancos tradicionales por igual; su apuesta es su aplicación y dar vía web y móvil todos los servicios a todos sus clientes, tanto personas como empresas, estrategia que les ha funcionado, ya que las operaciones por canales digitales cada mes rompen récord, y sobre todo hacen fieles a sus clientes, que pueden tener las dos opciones, sucursales y una banca en su mano.

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Y hay personas que simplemente no se olvidan, y hoy será un día para recordar la vida de Luis Robles Miaja, ya que será la presentación de una colección de testimonios en el que participaron algunos de sus amigos, ya que la lista es muy amplia. En este encuentro que la familia Robles Santamarina organizó con el Consejo Coordinador Empresarial y la Dimensión de Pastoral Educativa y de Cultura participará desde Juan Pablo Castañón, Arturo Zaldívar, Federico Reyes Heroles, José Antonio Meade, Claudio X González, monseñor Alfonso Cortés y desde luego, quien fuera siempre su apoyo en todas sus actividades, Mónica Santamarina de Robles; sin duda será una tarde especial, ya que el trabajo que realizó como abogado y banquero dejó huella en el sistema financiero mexicano.

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Y en el otro lado de la moneda, efectivamente será Julio Carranza, de Bancoppel, el próximo presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), pero Daniel Becker seguirá en la asociación, ahora como vicepresidente de su grupo, ya que fue el único que se inscribió; de los otros dos, aún falta por definirse quién estará, se ha propuesto a Jorge Arce de HSBC, pero falta aún que acepte. Y del grupo de los dos grandes bancos, en teoría sería Manuel Romo de Banamex, el próximo vicepresidente, ya que Eduardo Osuna de BBVA México es actualmente el vicepresidente del grupo, pero con el tema de la venta que ocupa gran parte de su tiempo, está en duda, eso sí para 2023 al menos hoy está confirmada la sucesión y el vicepresidente Becker.

Por lo pronto, la moneda está en el aire.

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