Si algo caracteriza al sector de ahorro y crédito popular es su resiliencia ante los complicados panoramas económicos que han enfrentado, y la pandemia no ha sido la excepción. Han sido dos años en donde, a diferencia del sector bancario que ya se recuperó y sigue generando utilidades, en las Sociedades Financieras Populares (Sofipo) ese indicador tiene aún un futuro muy complicado.
Integrado por 38 Sofipo en operación, de 41 registradas ante la autoridad, los datos a nivel sistema de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) al cierre de mayo siguen siendo poco alentadores; si bien tuvieron un resultado neto negativo por 128 millones de pesos, menor al año pasado que fue de 248 millones, todos los indicadores encienden las alertas por temas de solvencia, salvo el de cuatro de ellas.
Los números indican que al menos cuatro Sofipo que concentran 67.7 por ciento de los activos del sector podrían librar cualquier panorama adverso, y para ello buscan otras alternativas. Ahí tienen a Te Creemos con 11 por ciento de los activos del sector y CAME con 9.9 por ciento que tienen vigente el acuerdo de compra-venta del banco Forjadores, que anunciaron en diciembre y debe aún cumplir todos los procesos regulatorios. Fincomún que es una Sofipo sana y que ha llevado una buena dirección, y no descarte también que esté en el mismo proceso de migrar a otra figura financiera, y Financiera Sustentable con 6.9 por ciento de los activos, están dentro de las viables para seguir creciendo o si lo deciden irse a otras figuras.
En este panorama está Libertad Servicios Financieros con 32.8 por ciento de los activos del sector; no olvidemos que está en nivel 3, donde el 4 es suspensión de operaciones, pero esta figura es otra historia.
Pero fuera de ellas, ¿qué pasará con todas las demás Sofipo? Para expertos y conocedores de esta industria a nivel sistema se ven muy débil estructuralmente hablando, solo hay que ver los números que mencionaba; lo grave es que desde el año pasado, por ejemplo, el ingreso no cubre el gasto de operaciones de muchas de estas figuras, la debilidad estructural que tiene este sector es fuerte y urgen mecanismos para proteger a los ahorradores, ya que los recursos del fondo serán insuficientes en caso de mayores problemas, o bien diseñar caminos para ayudar a todas las demás Sofipo a llegar a un buen destino, tarea que deben tener ya muy presente las autoridades.
***
Y en el otro lado de la moneda, son tiempos de renovación como ya lo hemos dicho, y ahora el mayor de los éxitos seguramente tendrá Luis Peña por toda la experiencia profesional acumulada en el mundo bancario, ya que tras 38 años en este mundo, en donde le tocó estar en Citibanamex por 21 años, la que es una de las escuelas más importante para ser director en otros bancos; director en Banorte en el momento en que se planeaba su mayor expansión y crecimiento en el país; y luego en HSBC en los últimos 13 años donde ha logrado aportar toda la experiencia a este grupo internacional. Una carrera así y experiencia que ha tenido no se desaprovecha, así que lo veremos muy pronto en otras trincheras personales en donde estamos seguros tendrá, como ha sido su carrera, el mayor de los éxitos.
***
Y ya que estamos con las despedidas, como saben Carlos Septién se incorpora como director de Banco Autofin y vicepresidente del consejo en lugar de Bernardo Rubio. Pero ojo, la experiencia y el profesionalismo de Rubio que logró alinear el banco muy bien en los últimos meses y tener no solo un capital adecuado, sino nuevos proyectos para hacerlo más digital, seguirá siendo aprovechada y seguirá involucrado en algunos temas internos como sostenibilidad y riesgo climático, que como todos sabemos son los temas en el que todo el sector financiero debe estar adaptándose. Por lo pronto, la moneda está en el aire.