Por Noemí Cortés Llamas, Integrante del Comité Técnico Nacional de Intermediación Financiera y Bursátil. noemicortesllamas2@gmail.com
La liquidez para una empresa es un factor determinante entre la subsistencia o el fracaso. En la situación actual, con la pandemia, la liquidez es una prioridad. La encuesta Esperanza de vida de los negocios en México realizada por el INEGI (2020) señala que el 87% de las empresas registraron alguna afectación derivada del confinamiento, por lo que, más de un millón de micro, pequeñas y medianas empresas tuvieron que tomar la decisión de cerrar.
En México, con 25 años de vida, la supervivencia por cada 100 negocios establecidos es del 17% en el sector manufacturero, el 9% en el de comercio, el 12% en servicios no financieros, un promedio de 11% en la actividad total. (INEGI, 2021).
Aunado a la liquidez, el financiamiento para las empresas en México es algo que más del 40% de las empresas buscan y una de las opciones que existen de financiamiento es el crédito simple, al cual, de acuerdo con Monex (2021), el 19% de las PyMES recurre como método para poder llegar a obtener un crédito. Otra opción de financiamiento la ofrecen las empresas Fintech, que pueden brindar créditos de forma digital, proveer infraestructura para servicios financieros y dar soluciones financieras a empresas. Otra alternativa son los préstamos de fondos privados, estos son gestionados mediante un intermediario, el cual capta las inversiones privadas y se encarga de destinar los recursos a diferentes empresas o proyectos evaluando en su riesgo y rendimiento.
De acuerdo con la madurez de la empresa es relevante considerar las bondades del Financiamiento Bursátil, el cual es un mecanismo de inversión que permite a las empresas obtener el capital necesario para llevar a cabo las estrategias establecidas. Cuando una compañía recurre al Financiamiento Bursátil es a través de la emisión de acciones, obligaciones o deuda.
Algunos de los beneficios que puede tener la entrada al mercado de valores es la preparación previa de la entidad, donde la institucionalización juega un papel relevante. Su Gobierno Corporativo, la calidad en los procesos de toma de decisiones, la transparencia de reporte, entre otros, son elementos que construyen confianza en los inversionistas generando el mejoramiento de la imagen y prestigio, valor y proyección a otros mercados, lo cual abre oportunidad para poder generar mayores negocios.
Es importante agregar que, de acuerdo a versiones periodísticas, entrar a la Bolsa Mexicana de Valores puede tener un costo de hasta el 5% de los recursos obtenidos mediante este método y también hay que pagar entre 1.5 y 2% de otros gastos, como contadores, abogados e inscripción en Bolsa, etcétera. Los costos de financiamiento en México pueden llegar a variar dependiendo del plazo, cantidad de préstamos y condiciones económicas, pero para un crédito bancario simple el CAT ANUAL puede variar entre un 17.5% hasta un 29.3% estos son sin IVA. Lo anterior, de acuerdo con lo publicado en el portal de Banorte.
Todos estos factores, el riesgo de liquidez y las oportunidades de financiamiento, resaltan la importancia de la educación financiera como un aspecto muy relevante en la sociedad y en la vida de cualquier empresa y persona. El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (www.imef.org.mx), con más 1,600 asociados, busca permear en la sociedad y particularmente en el ambiente profesional, la educación financiera y la importancia de contar con herramientas y conocimientos que permitan un crecimiento sostenible de empresas y sociedad en su conjunto.