Perspectiva Bursamétrica

Sorpresas positivas

El reporte de la actividad industrial de enero presenta un incremento mensual de 1.0 por ciento, pero comparado con el mismo mes de 2021, mejoró 4.3 por ciento anual.

El reporte de la producción industrial a enero, que publicó el Inegi y nuestro indicador oportuno el IBEM de febrero tienen noticias agradables para la difícil coyuntura por la que atravesamos; razón suficiente para compartirlo con ustedes.

En primer lugar el reporte de la actividad industrial de enero presenta un incremento mensual de 1.0 por ciento. Por dentro se destaca un crecimiento de 7.0 por ciento mensual en minería. También resalta un crecimiento de 0.3 por ciento en manufacturas y caídas de 0.2 por ciento en generación, transmisión, distribución de energía eléctrica, suministro de agua y gas por ductos al consumidor final.

En comparación con enero de 2021, el sector industrial creció en 4.3 por ciento anual. Nuestra estimación era de un crecimiento del 1.8 por ciento anual. Por ramos, la minería aumentó en 10.1 por ciento anual, la manufactura se expandió en 4.0 por ciento y la generación de energía, y la construcción crecieron en 1.2 por ciento y 1.1 por ciento respectivamente.

La industria norteamericana creció en enero en 4.08 por ciento anual, lo que permitió que las exportaciones no petroleras aumentaran en 1.24 por ciento anual. La producción automotriz, afectada todavía por la crisis de suministros cayó en 9.09 por ciento anual. Las exportaciones automotrices bajaron en 3.09 por ciento anual. Las ventas de automóviles en el mercado interno cayeron en 3.76 por ciento anual. Del lado comercial las remesas familiares subieron 19.54 por ciento anual, y las ventas de las cadenas comerciales bajo tiendas comparables aumentaron en 12 por ciento anual en términos reales. Toda esta nueva información nos hace pensar que el crecimiento del IGAE de enero pudiera ser del 1.7 por ciento anual. Más fuerte que lo estimado por el Inegi en su indicador oportuno de la actividad económica (+0.7 por ciento anual) y que nuestra estimación elaborada con el indicador IBAM que fue 0.4 por ciento anual.

Luego nuestro indicador IBEM (Índice Bursamétrica de la Actividad Económica) para febrero creció 1.9 por ciento anual, y nos permite hacer una primera estimación del IGAE de febrero en 1.9 por ciento anual. En el índice, los factores que contribuyeron a su avance fueron: los indicadores del IMEF que aumentaron ambos por arriba de 50 unidades en febrero e indican expansión en ambos sectores, manufactura (50.9 unidades) y servicios (50.5 puntos). Nuestro indicador de confianza económica que publicamos junto con el IMCP aumentó tanto en su percepción sobre la situación actual (63.4 unidades), como el de la situación a futuro (72.9 puntos).

Las ventas de las cadenas comerciales afiliadas a la ANTAD bajo tiendas comparables crecieron en 3.9 por ciento en términos reales, menos que en enero, los empleos creados en el IMSS aumentaron 5.0 por ciento en febrero, mientras que en enero crecieron en 4.75 por ciento anual. El Índice de la Bolsa Mexicana de Valores como indicador de expectativas aumentó en febrero en 17.86 por ciento anual, mientras que en enero observó un rendimiento del 14.76 por ciento anual.

En la industria automotriz, en febrero la producción de automóviles ligeros tuvo un ligero incremento de 0.67 por ciento anual, aunque tanto las exportaciones como las ventas en el mercado interno tuvieron contracciones de 5.66 por ciento y de 3.3 por ciento anual respectivamente.

Con estos datos, estimamos que el IGAE de febrero pudo haber observado un incremento de 1.9 por ciento anual. Si juntamos ambas estimaciones, la del IGAE de enero con la de febrero, se obtiene un promedio del 1.8 por ciento anual.

Cabe señalar que en febrero todavía no se tienen los efectos negativos en la economía global, ni en la inflación derivados de la invasión de Rusia a Ucrania, de los que ya hemos hablado en este espacio, pero que se resumen en una mayor presión inflacionaria tanto de los energéticos como de los granos y metales, y una nueva complicación para la estabilización de las cadenas de suministro globales, lo que nos puede afectar seriamente en nuestra economía exportadora.

El autor es presidente de Bursamétrica.

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