Enrique Margain Pitman

Esquemas de remodelación, una opción para elevar nuestra calidad de vida y patrimonio

 

Enrique Margain Pitman

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En México, se tiene un stock habitacional de 31.9 millones de viviendas ocupadas, y una tasa de propiedad de vivienda (homeownership rate) cercana al 80%. El portafolio hipotecario está representado por aproximadamente 6.4 millones de créditos, lo que implica que solo el 20% de los hogares, tiene un crédito hipotecario. Por lo tanto, existe un enorme potencial para que las familias puedan obtener créditos de remodelación, ampliación o mejora, para continuar invirtiendo en su patrimonio, ya que el estado de conservación y mantenimiento de una vivienda está directamente relacionado con su valor comercial.

Las remodelaciones tanto de casas como de departamentos, se pueden clasificar, de acuerdo, al monto de la inversión en relación al valor de la propiedad, (ver tabla).

En una remodelación mayor es recomendable contratar un crédito hipotecario, el cual tiene múltiples beneficios como son: tasas de intereses accesibles, seguros de vida, daños y desempleo, diferentes plazos para liquidar el crédito, y la deducibilidad. El proceso para la contratación de un crédito hipotecario para una remodelación es muy sencillo: el banco requiere de un presupuesto de obra, y dependiendo del costo de la remodelación, los recursos se pueden entregar en una sola exhibición o en varias parcialidades. Se realiza una supervisión de obra para garantizar que la remodelación se termine con los recursos del financiamiento. Los clientes se sienten acompañados por el banco durante el proceso de la remodelación, lo cual permite que éste se realice con mayor cuidado y orden, con base en el presupuesto acordado.

Los bancos cuentan con diferentes esquemas de créditos hipotecarios que complementan las necesidades de financiamiento de los clientes, como los que se mencionan a continuación:

1. Compra + remodelación: Si se compra una vivienda usada que requiere una remodelación o ampliación, existen esquemas de financiamiento que permiten adquirirla, y además remodelarla, con la ventaja de que el monto de crédito se determina en función del valor final de la vivienda.

2. Pago de pasivos + remodelación: Al momento en que los clientes transfieren su hipoteca de un banco a otro, con el objetivo de mejorar las condiciones financieras, se puede aprovechar el menor pago mensual (mayor liquidez) para contratar un crédito de remodelación.

Algunas opciones para remodelaciones no mayores son:

1. Préstamos personales: generalmente se utiliza una línea de crédito a un plazo fijo o una línea de crédito revolvente, en la cual los recursos se van disponiendo conforme se requieren.

2. Préstamos de Organismos de Vivienda, tales como Infonavit, Fovissste: Se trata de créditos para remodelación con un plazo de hasta 30 meses. Los recursos se disponen a través de una tarjeta de débito, que el derechohabiente puede utilizar en los establecimientos de venta de materiales autorizados, y un porcentaje se puede utilizar en efectivo.

Es muy útil conocer los diferentes esquemas de financiamiento para remodelación de viviendas, las cuales permiten incrementar el valor de las mismas, al mismo tiempo que permiten elevar la calidad de vida, además de generar un mayor sentido de pertenencia de las familias en relación con sus hogares.

El autor es director ejecutivo de Crédito Hipotecario de Scotiabank.
Coordinador del Comité Hipotecario ABM.

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