Dolores Padierna

La vacunación y la oposición sin brújula

La campaña de vacunación tuvo que enfrentar otra epidemia, la de la desinformación y mentiras surgidas de una oposición que es capaz de poner en riesgo la salud de millones.

Diputada Federal por la LXIV Legislatura

Contra todos los pronósticos y (malos) deseos de un sector de la oposición, que auguraban que tardaríamos más de un siglo en vacunar a la mayor parte de la población mexicana (lo dijo Felipe Calderón), la inmunización ha avanzado a buen ritmo y hoy podemos decir que ha sido clave para reducir drásticamente los casos graves y la hospitalización, como han informado las autoridades de salud.

En efecto, la secretaría del ramo dijo recientemente que pese a que tenemos 47 mil 874 casos activos estimados (al martes 4 de enero de 2022), las hospitalizaciones se han reducido 91 por ciento respecto de los niveles de ocupación registrados durante la pandemia.

En la primera semana de 2022 continúa la vacunación con la finalidad de proteger a la población ante la llegada a nuestro país de la nueva variante conocida como ómicron.

En el arranque del año recibirán la dosis de refuerzo las maestras y maestros de todo el país, quienes serán inoculados con Moderna, como resultado de una donación de 2.7 millones de dosis enviadas por Estados Unidos.

En la conferencia matutina se ha hecho énfasis en que es preciso hacer frente a la desinformación que busca infundir miedo en la población y en la necesidad de seguir tomando las medidas preventivas que todos conocemos.

Esta misma semana se ha informado que México ha recibido 198 millones de vacunas, que se han aplicado 149 millones 382 mil 709 dosis a 82 millones 91 mil 136 personas (con lo que 89 por ciento cuentan ya con el esquema completo, un porcentaje alcanzado por pocas naciones).

La Secretaría de Relaciones Exteriores, por su parte, ha informado de que por estos días llegaremos a 202 millones de dosis recibidas en nuestro país, tras la conclusión de cuatro contratos (SinoVac, Cansino, AstraZeneca y Pfizer).

Nuestro país espera también el cumplimiento en la entrega de las vacunas adquiridas bajo el esquema Covax (50 millones de dosis), que ha presentado un retraso significativo.

En un hecho por demás significativo, México, a través de jornadas organizadas por su red consular, ha respaldado la vacunación de 354 mil 971 personas que en Estados Unidos no tenían acceso a la inmunización.

Una vez concluidas las jornadas dirigidas al magisterio y a los adultos mayores, se continuará con las dosis de refuerzo para personas de 50 a 59 años, gracias a que las previsiones del gobierno de México lograron que contemos con vacunas pagadas hasta el próximo mes de julio.

En el afán de cuidar la salud de la población se ha informado que el grupo de expertos mexicanos analiza la posibilidad de adquirir los medicamentos aprobados en el vecino del norte para el tratamiento de Covid-19.

Nadie –excepto una oposición sin brújula y sin corazón– puede celebrar los costos de la pandemia: decenas de miles de hogares enlutados, millones de pobres como producto del parón económico, pérdida de empleos, cierre de negocios.

Las mismas consecuencias se han sufrido en todo el mundo, pero la recuperación ha sido desigual por las estrategias asumidas por cada nación para enfrentan los duros efectos de la pandemia.

En nuestro caso, el gobierno de México decidió una estrategia integral fundada en la información cotidiana, el distanciamiento social sin medidas punitivas, la reconversión hospitalaria y el cierre de actividades por sector.

Paralelamente, el gobierno inició las negociaciones para adquirir vacunas, lo que se tradujo en que al finalizar 2021 se habían aplicado casi 150 millones de dosis.

La campaña de vacunación tuvo que enfrentar otra epidemia, la de la desinformación y mentiras surgidas de una oposición que, en su afán de golpear al gobierno, es capaz de poner en riesgo la salud de millones.

En su extravío, la oposición y sus corifeos trataron de desacreditar a los responsables de la conducción de la estrategia gubernamental, difundieron versiones que ponían en duda la eficacia de las vacunas y aseguraron que nunca lograríamos un porcentaje significativo de vacunados.

Afortunadamente podemos decir que fallaron en sus pronósticos apocalípticos. Más temprano que tarde, la población les cobrará su actuación irresponsable, para decir lo menos. Una derrota más para la oposición sin brújula.

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