En un mercado dominado por grandes marcas internacionales, Maja Sportswear, fundada en 2019, ha logrado posicionarse como un referente en ropa deportiva outdoor en México. Con un crecimiento anual de 170 por ciento en ventas comparables y un alza del 320 por ciento en ingresos totales, la marca se enfoca en las necesidades específicas del mercado local y en diseños inspirados en los paisajes y cultura de México.
A diferencia de las grandes compañías estadounidenses como North Face, Timberland y Columbia, cuyas ventas globales apenas crecieron entre 1 por ciento y 3 por ciento en el primer trimestre de 2025, Maja ha apostado por una estrategia que combina innovación, expansión y un enfoque en el consumidor mexicano. “Las grandes marcas globales ven a México como el estado 51 de Estados Unidos, sin considerar las particularidades de sus regiones y estados”, aseveró José Ignacio de Nicolás Machado, Director de Expansión.
En julio, Maja inauguró su tienda número 70 en Morelia y su objetivo es alcanzar su tienda 100 en noviembre, que será una flagship en la Ciudad de México. Además, la marca está diversificando su oferta, que actualmente incluye ropa para senderismo, ciclismo, montañismo y natación, con planes de lanzar líneas para caza y ropa infantil.
El comercio electrónico también ha sido clave en su crecimiento. En mayo, las ventas en línea aumentaron 300 por ciento respecto a abril, con un incremento del 80 por ciento en nuevos visitantes a su página web. Actualmente, el e-commerce representa el 12 por ciento de sus ventas totales, siendo su tienda en línea y Mercado Libre los principales canales.
México y EU: alianza cárnica clave
El Consejo Mexicano de la Carne (CoMeCarne), presidido por Francisco Jaraleño, sostuvo una reunión con los congresistas estadounidenses Don Bacon y Ro Khanna para abordar temas clave del comercio bilateral de cárnicos, los retos sanitarios del sector y la cooperación internacional.
En 2024, el comercio de productos cárnicos entre México y Estados Unidos alcanzó un valor de 8,164 millones de dólares, con exportaciones mexicanas por 2,165 millones y 5,999 millones en importaciones desde Estados Unidos. En términos de volumen, se movilizaron 2.8 millones de toneladas, de las cuales 287 mil toneladas fueron exportadas por México y 2.5 millones importadas desde el país vecino.
La reunión destacó la importancia de la relación comercial entre ambos países, que junto con Canadá forman la segunda mayor cadena de valor cárnica del mundo. Este intercambio es clave para la seguridad alimentaria y el desarrollo económico de la región.
El encuentro refleja el compromiso del sector cárnico mexicano con la apertura y la competitividad, buscando fortalecer la cooperación internacional para garantizar un crecimiento sostenible en una industria estratégica para ambos países.
Menos horas, ¿más productividad?
La propuesta para reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales sigue generando debate en México. Aunque aún no se aprueba en el Congreso, su implementación gradual, prevista para 2030, plantea retos significativos, especialmente para las pequeñas y medianas empresas (Pymes).
México es uno de los países con más horas trabajadas al año, con un promedio de 2,226 horas, según la OCDE, superando a países como Chile y Colombia, que ya operan con jornadas más cortas sin afectar su productividad. Sin embargo, en México, sectores como el manufacturero, que operan con márgenes ajustados y turnos continuos, podrían enfrentar aumentos en costos laborales y la necesidad de contratar más personal.
Andrés Gómez, director en México de Buk, plataforma de gestión de capital humano, señala que esta reforma puede ser una oportunidad para automatizar procesos, reducir el desgaste del personal y enfocarse en resultados. Actualmente, uno de cada cuatro trabajadores en México sufre de burnout, lo que disminuye su productividad en al menos un 10 por ciento.
La reducción de la jornada laboral, bien gestionada, podría mejorar la eficiencia y reducir la rotación de personal. Sin embargo, el éxito de esta reforma dependerá de una planeación adecuada y de la capacidad de las empresas para adaptarse a este cambio estructural.