De Jefes

Heineken pone a bailar samba a KOF en Brasil

FEMSA continúa con sus esfuerzos para atraer marcas a su oferta en Brasil, un proceso que tomará años, pero comienza a dar resultados.

En 2021, la embotelladora Coca-Cola FEMSA y Heineken atravesaron por un rediseño de su acuerdo de distribución de cervezas en Brasil, mediante el cual, desde mediados de ese año las marcas de la productora neerlandesa y las de Amstel comenzarían una transición gradual a la red de Heineken Brasil, mientras que el Sistema de Coca-Cola continuaría ofreciendo las marcas Kaiser, Bavaria y Sol, además de complementar con otras marcas internacionales, lo que pondría fin al litigio entre ambas firmas por el reparto de este negocio.

Con este contexto detrás, le cuento que Coca-Cola FEMSA ha tenido que moverse al ritmo de samba para atraer a otras marcas a su oferta, y de plano ya reconoció que le tomará hasta seis años “llenar el vacío” que dejó en su portafolio el acuerdo con Heineken Brasil, a pesar de que la embotelladora mexicana ha comprado a productoras de cervezas artesanales.

“Esa brecha que tenemos que cerrar es muy grande y tomará entre cinco y seis años. Básicamente, significa duplicar el tamaño de la cartera de cervezas que tenemos ahora y la producción de cerveza lleva tiempo”, dijo en conferencia con analistas, Ian M. Craig García, director general de operaciones de Coca-Cola FEMSA.

Craig detalló que Heineken llegó a representar poco más de 2 por ciento de sus ingresos totales y que con la modificación del acuerdo pasaron de mover 180 millones de cajas de cerveza a 70 millones, una caída de 61 por ciento. Sin embargo, ahora celebran que han conseguido aumentar a 80 millones de cajas con la incorporación de la cerveza Therezopolis, que es la segunda marca más antigua de Brasil, además de la premium Eisenbahn y el reciente lanzamiento de Tiger.

Pegan pilotos a la Convención Bancaria en Mérida

Uno de los tópicos más comentados, antes, durante y después de la Convención Bancaria en Mérida fueron los múltiples problemas con los vuelos de Aeroméxico, derivados de las estrategias de presión que han aplicado los pilotos de la empresa que encabeza Andrés Conesa. Vuelos retrasados horas, cancelados y en medio de incidentes. Pero el extremo fue el caso del vuelo 841, que presuntamente salía de Mérida a las 20:45 del viernes. Primero, hubo un cambio de equipo que dejó en tierra a cerca de 60 pasajeros. Y luego, los pilotos deliberadamente decidieron no despegar para que dieran las 12 de la noche y pudieran declarar que la jornada laboral había terminado, bajándose del avión y obligando a que los pasajeros fueran reprogramados para el sábado. En este jaleo con la empresa, a los pilotos quienes menos parecen importarles son los pasajeros de la aerolínea.

Traslados con responsabilidad social

La empresa de movilidad de personas, Transportes LiPU, fue distinguida por séptimo año como Empresa Socialmente Responsable (ESR) por el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi) y la Alianza por la Responsabilidad Social Empresarial por México (AliaRSE). Así, la firma destaca nuevamente entre las compañías de gran escala por sus estándares de Cuidado y Preservación del Medio Ambiente, Vinculación con la Comunidad, Calidad de Vida en la Empresa, Ética y Gobierno Empresarial. Transportes LiPU es parte de Traxión que, bajo la visión de Aby Lijtszain, brinda soluciones en toda la cadena de suministro con una visión ambiental, social y de gobernanza, que transparenta año con año en un informe integrado basado en los Estándares de Global Reporting Iniciative, los lineamientos del Sustainability Accounting Standards Board, así como en las recomendaciones del Task Force on Climate-related Financial Disclosures.

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