La inestabilidad del mercado de energía provocada por el conflicto ruso-ucraniano hace más interesante el desarrollo de la 40° edición de CERAWeek, evento anual que reúne a líderes mundiales de la industria energética y que se llevará a cabo esta semana en Houston bajo el lema el ‘Ritmo del cambio’.
La idea es abrir el debate sobre la transición energética y la creciente demanda de energía innovadora, con menos emisiones. Asisten cerca de mil personajes de la talla de la secretaria de Energía de Estados Unidos, Jennifer Granholm; el enviado de Estados Unidos para el cambio climático, John Kerry, y numerosos directivos de empresas como Exxon Mobil, American Electric Power, Chevron, Petronas, Avangrid y Enel. Entre los participantes mexicanos destaca Tania Ortiz Mena, presidenta de Sempra Infraestructura México, producto de la unión de IEnova y Sempra LNG.
Los temas a tocar en este evento serán la competencia en un modelo de transición energética, los mapas geopolíticos y los mercados energéticos mundiales, las tendencias nacionalistas y las fricciones comerciales que crean riesgos e incertidumbres, y los ajustes en las cadenas de suministro globales y los riesgos de interrupciones energéticas, después de la pandemia.
Considerando los conflictos en el mundo, tener seguridad energética en Norteamérica cobra una importancia estratégica y eso, seguro, será tema central en Houston.
Caja Libertad no se vende
Independientemente del proceso por el que atraviesa Juan Collado, Caja Libertad aclaró que no ha estado, ni está a la venta. Aseguran que sus accionistas han aumentado 170 millones de pesos de capitalización y trabajan para obtener un monto similar para recuperar la categoría 1 conforme las reglas de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Una crisis en Caja Libertad sería preocupante, pues la firma tiene más de 30 por ciento del mercado de las Sofipo con 2.4 millones de usuarios y una cartera vigente que supera los 6 mil millones de pesos.
Fuentes cercanas a la empresa nos aseguran que la compañía analiza nuevas opciones de inversionistas para salvar su futuro y el legado de más de 60 años en el sistema financiero popular del país.
Zapatos mexicanos sin huella de carbono
Ante la grave emergencia climática y crisis medioambiental que padecemos, diversas firmas emprenden acciones cuantificables y medibles contra el calentamiento global. Tal es el caso de la marca de zapatos mexicana Paruno, cuya meta es compensar 370 toneladas de CO2 al año, y así proteger 123 hectáreas de bosque de la Reserva de la Biósfera Sierra Gorda, equivalentes a 172 campos de futbol.
Para reducir significativamente su huella de carbono, la marca de zapatos se alió con la organización Planeta Carbono Neutral para calcular la cantidad de CO2 emitido durante la fabricación de un par de zapatos, para que dicha cantidad la pueda compensar o neutralizar con la aportación de un porcentaje de la venta de cada calzado para la protección de bosques de la Reserva de la Biósfera Sierra Gorda.
A través de la plataforma de Planeta Carbono Neutral nos dicen que la donación económica irá directamente a los propietarios de la Reserva de la Biósfera Sierra Gorda en México y les proporcionará los fondos que necesitan para regenerar sus bosques.
Con dichos recursos ellos específicamente combaten actividades extractivas de sus bosques como el pastoreo de ganado, la tala ilegal, la caza furtiva y previenen incendios forestales, permitiendo que crezcan árboles jóvenes y que el sotobosque se regenere.