Más de un priista levantó ayer las cejas y, entre curules del actual Congreso, deslizaron un sonriente “no comments”. Y es que el presidente nacional de su partido, Alejandro Moreno, se autoelogió al inaugurar su minirreunión plenaria de sus nuevos diputados federales, en la sede del partido. “Yo tendré presencia en el grupo parlamentario (como diputado). ¿Qué quiere decir esto? ¿Por qué lo hicimos así? La respuesta se inscribe en el propósito de arraigar perspectiva de partido, de hacer de ella expresión rotunda y de que tendremos que ser priistas ejemplares, ejemplo como priistas, traducir lo mejor de nuestro legado y mostrar que el PRI tiene un futuro de altura”. Lo dicho, sin comentarios. Pero resulta que ayer mismo la también tricolor Nallely Gutiérrez pidió a la UIF investigar a Moreno por presuntas irregularidades que habría cometido cuando gobernó Campeche. ¿Pues en qué quedamos?
Déjà vu
Quien va pifia tras pifia, semana tras semana, es Elizabeth García Vilchis, encargada de la sección Quién es Quién en las Mentiras de la Semana de la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador. Ayer, por ejemplo, sostuvo que la carta de corresponsabilidad que la SEP solicitaría para el regreso presencial a clases era “supuesta”. Tan fue pifia que tuvo que abrir una cuenta de Twitter para aclarar que sí hubo carta, una “hechiza”, y otra que era un “documento de trabajo” que “nunca se publicó”. Lo cierto es que en el chat oficial de mensajería WhatsApp de la Presidencia el documento sí fue difundido. No lo dijo, pero seguro lo pensó: no es falso, pero se exagera.
Nadie sabe para quién trabaja
Ayer, el presidente López Obrador presentó un adelanto de uno de los spots que difundirá su administración con motivo de su tercer Informe de Gobierno: “En Palacio ya no hay ladrones”, fue una de las frases que colocó en el mensaje, la cual, dijo, dedicaba a los fifís. Esta dedicatoria se dio, curiosamente, justo en el cumpleaños del expresidente Felipe Calderón, quien mandó a construir un departamento dentro de Palacio Nacional, mismo que ahora habita el tabasqueño. Todo sea por vivir lejos de ese palacio conocido como Los Pinos, abrazando, en cambio, la austeridad propia de ese modesto departamento en Palacio.
A la oficina, más a fuerza que de ganas
La inconformidad por retomar la normalidad de la vida cotidiana en plena tercera ola de la pandemia de Covid-19 no sólo está en el regreso a clases presenciales. En varias instituciones locales y federales los empleados son obligados ya a ir a la oficina. Esto, dicen, pese a que ya se demostró que parte importante de su trabajo se puede realizar en home office. Entre los inconformes están los empleados de la Suprema Corte, donde se manejó con excelencia el trabajo a distancia, pero desde el 1 de agosto ya todos regresaron a la oficina. Y, ni modo. Ahora tienen que ir a la oficina más a fuerza que de ganas.
Los tropiezos de doña Olga
Fracasada la vía alterna abierta por la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, por encima del propio proceso que sigue el Legislativo para avanzar en la construcción de acuerdos con todas sus fuerzas políticas, se espera que sea este jueves cuando se vuelva a votar la convocatoria a un periodo extraordinario para que avancen los trabajos dirigidos a sacar las leyes reglamentarias de la revocación de mandato, y que es la operación que montó la responsable de la política interna del país para, desde las oficinas de Bucareli, convencer a la oposición de dar el sí en la sesión de la Comisión Permanente de este miércoles, que se saldó con un no definitivo del grupo de contención. Así que será el mismo Congreso el que enderece los entuertos para tratar de sacar el tema, con la participación de todos los partidos políticos. El punto es que el propósito de doña Olga, de rescatar el extraordinario, simplemente se quedó en el intento.