Colaborador Invitado

El reloj institucional del IFT llegó a cero el Día de la Independencia

La desaparición del IFT no puede entenderse como un acto súbito, sino como la culminación de un proceso de desgaste político e institucional.

Este 15 de septiembre de 2025 se convierte en la fecha que marca, de facto, el fin del ciclo del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT). Diversos medios adelantaron la noticia de su “extinción” formal este día, y lo cierto es que desde esta fecha el órgano autónomo queda casi inoperante tras concluir el periodo del Comisionado Presidente en suplencia por vacancia, Javier Juárez Mojica.

Este desenlace no es una sorpresa. La ruta institucional estaba trazada desde hace nueve años en la sesión pública ordinaria del Senado de la República del 18 de octubre de 2016, en la que se discutió y ratificó el nombramiento de Juárez Mojica como comisionado del IFT. En ese debate, el entonces presidente de la Comisión de Comunicaciones y Transportes del Senado, Javier Lozano Alarcón, dejó constancia expresa antes de la votación:

“El oficio con el que remite el Presidente de la República este nombramiento es con fecha 15 de septiembre. Entonces, para evitar cualquier interpretación de carácter jurídico que pudiera ser contraria a la decisión de este Senado, pues entonces que los 9 años corran a partir de esta fecha” (Diario de los Debates, 18 de octubre de 2016, p. 148).

La precisión no era menor, ya que el Senado blindaba la interpretación sobre la vigencia del mandato, tal y como quedó señalado también en el boletín de prensa número 355 del 18 de octubre de 2016.

Por eso, el ciclo de Juárez Mojica como comisionado —y con ello la legitimidad de origen y de operación del IFT— concluye sin margen de prórroga este 15 de septiembre de 2025. Cabe precisar que la extinción plena del IFT se establece con diversas condiciones marcadas en los artículos transitorios de la nueva Ley en Materia de Telecomunicaciones y Radiodifusión publicada el 16 de julio de 2015, y para ello es importante la integración del nuevo Pleno de la Comisión Reguladora de Telecomunicaciones (CRT).

Asimismo, pese a que el aún vigente Estatuto Orgánico del IFT establece que para las sesiones del Pleno se requiere la presencia de cuando menos tres Comisionados para sesionar válidamente, esta posibilidad se ve de facto cuestionada por la legitimación de operación.

Conviene subrayar la enseñanza institucional de 2016. El Senado fijó con precisión la fecha de inicio del mandato antes de votar la ratificación de Juárez Mojica. La discusión y votación fue aclarada con quórum presente: 76 votos a favor, siete en contra y cero abstenciones. Ese acto jurídico eliminó cualquier ambigüedad sobre los plazos proveniente desde el propio Senado.

Cabe mencionar que la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión establecía suplencias temporales en caso de vacancias. Pero esas reglas fueron pensadas para asegurar continuidad, no para prolongar indefinidamente la ausencia de nombramientos.

La situación es crítica si se considera que, conforme al calendario institucional publicado en el Diario Oficial de la Federación, el Pleno debía sesionar el próximo 24 de septiembre. En términos prácticos, esa sesión corre riesgo para celebrarse, porque el Instituto carece de integrantes para tomar ciertas decisiones válidas.

La desaparición del IFT no puede entenderse como un acto súbito, sino como la culminación de un proceso de desgaste político e institucional. La construcción de la CRT debe ya, en cambio, representar un relanzamiento de la política regulatoria en telecomunicaciones, de acuerdo al mandato constitucional de la Reforma de Simplificación Orgánica del pasado 20 de diciembre de 2024, misma que, por cierto, no puede ser interpretada para perpetuar los nombramientos de los Comisionados, desde un punto de vista jurídico, por lo anteriormente expuesto.

México no puede permitirse un “vacío regulatorio” en un sector que constituye la columna vertebral de la economía digital. El reloj institucional ya marcó el fin de ciclo; ahora toca a la Presidencia de la República y el Senado encender el cronómetro de una nueva etapa.

Rolando Guevara Martínez

Rolando Guevara Martínez

Coordinador del Comité de Telecomunicaciones de la Asociación Nacional de Abogados de Empresa.

COLUMNAS ANTERIORES

Infraestructura, políticas e inversión, desafíos para energía
Productividad: la escalera del segundo piso

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.