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Con Saskia, al infinito… y más allá

 

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Cuatro meses antes de su boda, la emprendedora social Saskia Niño de Rivera vistió una cárcel de mujeres, al parecer Santa Martha Acatitla.

Ahí, en los albores de su fundación Reinserta, escuchó una de las historias más desgarradoras de las que tenga memoria sobre una de las convictas. Al punto del vómito, inenarrable. Pocos minutos después tuvo que cambiar de estado de ánimo para involucrase con decenas de sus amigas en los preparativos de su ceremonia. No obstante, aturdida aún por la vivencia previa de la cárcel, Saskia entró en un túnel mental en ese momento y no pudo sobrellevarlo.

Pero ha avanzado mucho. Parece que ya ha logrado manejar la yuxtaposición del México carcelario, desgarrador y nauseabundo, con el de su realidad: exalumna del Colegio Americano y abogada del ITAM en busca de un mejor país a través de la reingeniería integral del sistema penitenciario. La vida de Saskia Niño de Rivera está plena de episodios contrapuestos. Lo mismo entrevista a El Mochaorejas que levanta recursos de USAID para uno de los pilares institucionales de su fundación.

Reinserta no se anda con cuentos. Esta fundación con tres años de vida tiene tres columnas vertebrales: una dedicada a las mujeres convictas y sus hijos; otra enfocada a liberar a presos inocentes; y una más para jóvenes, donde una especie de "cárcel intermedia" puede servir para reinsertarlos a la vida productiva del país.

No hay una de esas tres columnas que no sea desgarradora, pero acaso la más es la de la gente inocente que el Estado ha secuestrado en los penales.

Actualmente hay dos casos de horror: uno de un anciano de 75 años, panadero, inmovilizado físicamente del lado derecho de su cuerpo y que está acusado de haber disparado un arma de fuego… con la mano derecha. Testigos presenciales aseguran que fue un joven el asesino, pero el anciano es quien libra la pena. El otro caso es peor: un joven mayor de 20 años acusado de pornografía infantil; pero resulta que el joven tiene edad mental de cuatro años, lo que incluso el Ministerio Público ya certificó...

Saskia Niño de Rivera ha lanzado recién un libro con niños que nacieron y crecieron en los penales. Son niños en un limbo, del reclusorio femenil de Santa Martha. El Estado no los auxilia porque no califican en ninguna categoría. El resultado es que acompañan a sus madres hasta en la visita conyugal. Una gran calamidad.

Del cuello de Saskia pende un collar plateado con un dije que simboliza el infinito. Su pasión por lo que fundó parece tener esa cualidad, la infinitud. Y lo que todo mexicano debiera responder si se enfrentara a la pregunta de hasta dónde debemos apoyar la visión de país que tiene Saskia, tendría que ser: al infinito… y más allá.

Twitter: @SOYCarlosMota

Correo: motacarlos100@gmail.com

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