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Y a ti, ¿qué secuela te dejó la Covid-19?

A las afecciones recurrentes, que quedan después de haber sufrido la enfermedad, se le conoce en el mundo médico como el ‘long Covid’.

Lo más duro de tener Covid-19, además de sobrevivir la enfermedad, sobre todo si uno tuvo que hospitalizarse y/o intubarse, son las secuelas que quedan, que hacen interminable este nuevo padecimiento que nos ha asolado el último año y nueve meses.

A las afecciones recurrentes, que quedan después de haber sufrido la enfermedad, se le conoce en el mundo médico como el long Covid, que como su nombre lo dice, es la extensión de la enfermedad por semanas, meses y quizá años.

Así es, los sobrevivientes de la enfermedad nos han enseñado que el síndrome pos-Covid puede dejar grandes secuelas, como la afección de diversos órganos del cuerpo por varias semanas o meses posterior a la infección aguda por el SARS-CoV-2.

Se considera como síndrome pos-Covid a la persistencia de los síntomas de la infección después de un mes de la infección primaria, los cuales pueden ir desde la fatiga crónica -que suele ser muy común-, dolor de cabeza, pérdida de olfato y/o gusto, pero las reseñas médicas indican que esto no queda ahí, sino que hay toda una lista de trastornos más.

De hecho, algunos infectólogos hablan de dos categorías de este síndrome: el pos-Covid agudo y el crónico, que es cuando dura 12 semanas después de la infección primaria. Todos conocemos personas que tuvieron Covid-19 el año pasado y todavía hoy no están al 100 por ciento, algunos, de hecho, están medio retirados de la vida laboral y pública.

Y es que el virus SARS-CoV-2 utiliza los receptores de la enzima convertidora de angiotensina 2 (ACE2) para ingresar a las células, la cual se encuentra en todo el cuerpo humano, desde las vías nasales, pasando por pulmones, corazón, intestinos, hígado, riñones hasta el cerebro, entre otros órganos.

Como sabemos, este nuevo coronavirus ingresa al cuerpo por el sistema respiratorio, pero después se pasa al sistema nervioso, con el consecuente daño en sus células y la detonación de reacciones inflamatorias en órganos y tejidos, que justo son las razones de las secuelas.

A decir de los galenos, una vez que nuestro cuerpo supera a la Covid-19, los tejidos pasan por un necesario periodo de recuperación, pero a veces este tiempo puede prolongarse de manera indefinida. Si se mantiene la inflamación, se pasa a un estado inflamatorio de carácter persistente.

Y es que la Covid-19, de la cual todavía estamos lejos de conocerla bien, es una infección sistémica, no solo a nivel respiratorio como neumonía, que muchos pensamos al principio.

Las secuelas de la Covid-19 varían de paciente en paciente, pero van desde el sistema respiratorio, el circulatorio y el músculo-esquelético, por lo cual muchos requieren de rehabilitación.

Así que el sistema de salud en todo el mundo, pero particularmente en nuestro país, tendrá que hacer un reajuste en su modelo, infraestructura, personal médico, y claro, presupuestos, con el fin de enfrentar las secuelas de la Covid-19.

Dado lo anterior, se observa mucho más económico inmunizar a toda la población -incluyendo a niños y adolescentes-, aunque sea un proceso largo y oneroso, que tratar a las personas en el hospital, y después, rehabilitarlas toda la larga lista de afecciones posenfermedad.

Es importante mencionar que no todos los pacientes que han sufrido la enfermedad de Covid-19 tienen secuelas, porque hay algunos afortunados que la han pasado como el ave Fénix, sin mancha en sus plumas... Sin embargo, la mayoría (entre 80 y 90 por ciento) de quienes han estado hospitalizados y/o intubados, sí muestran uno o varios de los síntomas persistentes.

El principal reto, a decir de los infectólogos, es que personas asintomáticas de esta nueva enfermedad pueden tener afectaciones por el long Covid. Como se dijo antes, todavía nos falta mucho para terminar de conocer bien a bien a esta nueva afección que nos ha mantenido alertas desde hace 21 meses.

RECUADRO

Secuelas más comunes del síndrome post-Covid:

  • Fatiga.
  • Fiebre.
  • Dolor de cabeza
  • Pérdida de cabello.
  • Dificultad para respirar.
  • Tos seca.
  • Dolor de pecho.
  • Miocarditis.
  • Arritmias.
  • Pérdida del gusto.
  • Pérdida del olfato.
  • Dolor abdominal, náuseas, vómitos.
  • Diarrea.
  • Pérdida de memoria.
  • Falta de concentración.
  • Depresión, ansiedad.
  • Hinchazón de extremidades.
  • Insomnio.

El botiquín

¿Y la segunda dosis de refuerzo de la vacuna anti-Covid de CanSino para el magisterio? Ya va siendo hora de que este asunto se ponga en serio en la mesa y se deje de llamar a la ciencia solo cuando les es conveniente... Quien hoy habla de ciencia, como si de verdad creyera en ella, es la misma persona que nos mostró, hace más de un año, una imagen de santitos que lo protegían del nuevo virus.

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