En tiempos en que los mexicanos esperan y seguirán aguardando al candidato de oposición que tenga los tamaños para ganarle al oficialismo, los líderes de PAN, PRI y PRD, Marko Cortés, Alejandro Moreno y Jesús Zambrano, respectivamente, han mostrado su mezquindad porque anteponen sus proyectos políticos personales y de su grupo, a los intereses de la población que los desea apoyar.
Lo hemos dicho en este espacio, la oposición es un petardo que, no obstante tener el apoyo de una buena parte de la ciudadanía, derrocha ese capital político en luchas intestinas por agandallarse la candidatura presidencial y los principales cargos de representación popular que estarán en juego en 2024 como las gubernaturas, senadurías y diputaciones federales.
Las dos manifestaciones de la “marea rosa” que se llevaron a cabo en noviembre del año pasado y el 26 de febrero en contra del presidente, en defensa del voto, de la democracia y de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, marcaron la ruta a seguir para los partidos de oposición, sin embargo, estos no han estado a la altura de las expectativas, a tal nivel que podamos afirmar que es la peor oposición en el peor momento para el país, toda vez que el deterioro institucional y el fracaso de las políticas públicas implementadas por el gobierno de AMLO, reflejadas en los datos duros que arrojan los indicadores que miden la crisis económica, educativa y de salud; la inseguridad y la violencia; el desabasto de medicamentos e insumos; la militarización; la marginación y la pobreza; y la instauración del régimen totalitario, entre otros tantos rubros como el desplome de la inversión, exige la ALTERNANCIA EN EL PODER.
Mucha sociedad activa para muy poca oposición por parte del PAN, PRI y PRD. Un bloque opositor chiquitito para abanderar el cambio que exige la mayoría de los mexicanos.
En unos comicios presidenciales a tercios por la participación de Movimiento Ciudadano de Dante Delgado, con un candidato presidencial propio, está pintado el triunfo de Morena y sus rémoras y ello significa que el Obradorato seguirá gobernando al país.
Se anuncia otra manifestación para este domingo 28 de mayo por parte de la “marea rosa” para blindar a la SCJN, ante las agresiones físicas y verbales de los esbirros de AMLO y del gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, y seguramente tendrá una gran convocatoria, aunque ese esfuerzo ciudadano se muestra huérfano a la hora de la verdad.
Esa hora de la verdad, es la cita que se tiene con las urnas en 2024 para apoyar a un candidato o candidata único de la oposición y ganar la mayoría en el Congreso, sin embargo, a estas alturas del partido, se carece de esos liderazgos, por ello es necesario y urgente que esos mismos líderes de las organizaciones que alimentan a la “marea rosa”, busquen entre sus filas a esos personajes que pudieran abanderar la causa.
Luego de observar la propuesta de Marko Cortés, en el sentido de pedir un millón de firmas a los suspirantes presidenciales que quieran pasar a la final para buscar la candidatura, es una clara estrategia para limpiarle el camino a Santiago Creel en detrimento de otros aspirantes como la propia Lilly Téllez.
Parece más una broma de mal gusto o peor aún, alienta a la participación de aquellos que mueven carretadas de dinero que están dispuestos a invertirlos para apoyar cualquier proyecto político que esté en posibilidades de regresarles lo invertido con los respectivos “intereses”.
Si el crimen organizado está incrustado en las más altas esferas del gobierno federal y el estatal, por qué no lo estaría con los partidos de oposición, máxime si estos les abren las puertas de par en par.
El líder nacional del PAN ni siquiera consultó su “genialidad” con los gobernadores en activo de su partido y menos con otros liderazgos regionales y del Congreso. Se fue por la libre.
A estas ocurrencias está atenida la sociedad activa.
Los opositores al régimen deben quitarse la venda de los ojos al creer que habrá un candidato único o más aún, que podría nominarse a alguien de la sociedad civil. Esto no será posible por la visión cortoplacista e interesada de Alito, Cortés y Zambrano.
Si procede la propuesta de Marko Cortés del millón de firmas para quien aspire a la nominación presidencial, en una de esas, les gana Alito, que en eso de recabar firmas y fondos se pinta solo, y entonces con qué cara justificarán los azules tamaño desliz.
El PAN está atado a los intereses del grupo de su líder nacional, el PRI, está peor, porque arrastra el lastre que significa tener al frente a Alejandro Moreno con su estela de corrupción y derrotas electorales y del PRD, mejor no hablamos.