Desde San Lázaro

Fracaso del futbol por mafia y extranjeros

El fracaso del futbol profesional en sus diferentes selecciones no solo se debe exclusivamente a las jugadoras y jugadores, también es culpa de los dueños de los clubes.

Con la eliminación de las selecciones olímpicas y la femenil de futbol, el balompié nacional se apresta a sufrir otra derrota de proporciones mayúsculas en el Mundial de Qatar, con la eliminación de la Selección mayor en la fase de grupos.

El futbol varonil, campeón olímpico en Londres en 2012, fracasó en el premundial para menores de 20 años y con ello quedó fuera de la justa deportiva de los aros.

Por su parte, la femenil hizo el ridículo tras caer ante Jamaica y Haití y con ello fueron eliminadas del Mundial y de los Juegos Olímpicos.

No crea, estimado lector, que el fracaso del futbol profesional en sus diferentes selecciones se deba exclusivamente a las jugadoras y jugadores, también es culpa y en mayor escala y responsabilidad, de los dueños de los clubes que integran las ligas de este deporte, quienes en aras de las ganancias económicas, la avaricia y salvaguardar sus intereses, sacrifican principalmente el desarrollo de las fuerzas básicas conformadas por cientos de deportistas niños y jóvenes mexicanos que esperan con ansiedad la oportunidad de debutar en el balompié profesional.

Es agobiante el número de jugadores extranjeros que militan en los clubes de primera división y en la liga de expansión, al tiempo de que en la femenil no cantan mal las rancheras, desplazando con esto a los nacionales.

Es común observar a los equipos profesionales alinear hasta ocho extranjeros durante un partido y bueno, si dijera que buena parte de ellos son por lo menos buenos, no habría problema, pero la gran mayoría de ellos son unos bultazos que están jugando merced al contubernio existente entre la mafia del futbol en detrimento de las arcas de los clubes y del surgimiento de estrellas nacionales. Ciertamente para muchos de los dueños, los negocios que hacen a sus espaldas los promotores, entrenadores y directores deportivos pasan de noche, es decir, no tienen idea de lo que ocurre porque tan solo se fijan en la rentabilidad de corto plazo y párele de contar.

En otros tiempos, pediríamos la intervención de las autoridades federales del deporte, empero, sería contraproducente por el nivel de incapacidad y corrupción que tienen los integrantes del gobierno de la autollamada 4T.

Imagine a Ana Guevara, quien cobra en la Conade como titular, o a Delfina Gómez, de la SEP, interviniendo en el fut profesional, pues terminan quebrando al sector; una por clavarse la lana y la otra por pedir diezmos a los dueños.

Tal vez, desde el Congreso se podría integrar una comisión compuesta por diputados y senadores conocedores del tema para poner orden en el deporte de las patadas que, además de ser el más popular del planeta y por supuesto de nuestro país, representa una boyante industria económica, generadora de empleos, desarrollo regional y divisas.

El fracaso de las selecciones olímpicas y femenil destapa la cloaca y resulta una premonición de la debacle que viene, al solapar, entre otras cosas, al entrenador de la Selección mayor, el argentino Gerardo Tata Martino, personaje que nada de pechito desde su ciudad natal, rumbo a la eliminación del cuadro representativo de México de la siguiente fase en el Mundial de Qatar.

Así que, estimado aficionado, si usted alienta esperanzas de que México llegue al soñado quinto partido, pues por lo menos tendrá que esperar otros cuatro años más.

Tanto los especialistas como los comentaristas y expertos de este deporte coinciden en señalar que son más altas las probabilidades de que la escuadra nacional se tenga que regresar de inmediato a casa, en cuanto sea eliminado de la etapa de grupos que seguir su periplo rumbo a los cuartos de final.

Habrá que recordar que la selección enfrenta a sus similares de Argentina, de Lionel Messi, Polonia y Arabia Saudita.

En otros tiempos y con otro técnico, podríamos decir que el obstáculo es salvable, empero con el Tata el fracaso toca la puerta.

El surgimiento de nuevas figuras nacionales que reemplacen a Héctor Herrera, Tecatito, el Chucky Lozano, Guardado, Moreno, Ochoa y otros tantos más, no se da por la sencilla razón de que los clubes de primera división prefieren a los extranjeros por encima de los chavos mexicanos.

Salvo el equipo de Guadalajara y uno que otro equipo como el Atlas y Pachuca, los demás, principalmente los llamados grandes, como el América, Tigres, Monterrey, Pumas o Cruz Azul, prefieren comprar al por mayor bultos y troncos extranjeros, en lugar de apostarle a la cantera.

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