Mientras que la mayoría de los países del orbe condenan la brutal invasión de Rusia a Ucrania, en México un puñado de diputados le abre la puerta de San Lázaro a representantes rusos para formalizar la instalación de un grupo de amistad, suceso que pinta de cuerpo entero a los legisladores de Morena, PRI y PT en su radical postura en torno a la barbarie que ocurre en esa región.
No tienen ni una pizca de sensibilidad, por no decir otra cosa, los representantes populares comandados por Alberto Anaya, al promover este tipo de encuentros en momentos en que el mundo está al borde de una guerra mundial, propiciada por los deseos expansionistas de Vladimir Putin.
Llama la atención que el PRI se haya sumado a este encuentro con el embajador ruso, cuando varios diputados estuvieron presentes durante la visita a la Cámara de Diputados que hiciera la embajadora de Ucrania en México, Oksana Dramarétska, el pasado 10 de marzo, en la que manifestaron su apoyo y solidaridad a los ucranianos, ante la invasión rusa a su territorio
Los bandazos del Revolucionario Institucional son un reflejo de lo que ocurre al interior de esa bancada, en donde los liderazgos de Alejandro Moreno y Rubén Moreira han sembrado la discordia y la polarización al perseguir objetivos personales y grupales, en lugar de dar prioridad a la plataforma del partido, su ideología y doctrina.
En cambio, los panistas no solo no asistieron a la reunión con el embajador ruso, sino que rechazaron la presencia de ese funcionario en momentos que se requiere apoyar a Ucrania ante la devastación que padece por la invasión rusa.
“Hemos decidido no participar en la instalación del Grupo de Amistad México–Rusia. Por ningún motivo estamos de acuerdo con ser parte de la imprudencia y falta de sensibilidad de la situación por la que está atravesando Ucrania con la invasión de tropas rusas en su territorio, la cual ha traído como consecuencia 2 mil 421 víctimas civiles y más de 6.5 millones de personas desplazadas”, advirtieron los diputados del blanquiazul.
Los azules reclamaron la liberación inmediata de las casi 13 mil personas de nacionalidad rusa que han sido detenidas por salir a manifestarse en contra de la guerra, vulnerando de esta forma sus derechos humanos a la libertad de expresión y de manifestación pública.
“Desde Acción Nacional condenamos enérgicamente la desafortunada decisión del diputado Alberto Anaya Gutiérrez, presidente del Grupo de Amistad, de continuar con la instalación y solicitar su difusión por los medios de comunicación oficiales. Lo anterior, por considerar que la empatía y solidaridad con todos los países del mundo, son valores que deben de conducir la disciplina parlamentaria”.
Como parlamentarios mexicanos, apuntan los panistas, “insistimos en el inmediato cese al fuego y en la solución del conflicto basado en el Derecho Internacional Humanitario”.
En momentos que son acribillados los ucranianos por los invasores, dicen los diputados de Morena y PT que es más importante el intercambio comercial con esa nación, que asciende a 4 mil 783 millones de dólares anuales, en rubros como medicamentos, fertilizantes, maquinaria, equipo de aviación, materias primas y alimentos.
En su intervención, el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, Alfredo Femat Bañuelos (PT), se congratuló por la instalación de este Grupo de Amistad, que son el mejor instrumento de la diplomacia parlamentaria para estrechar lazos de amistad, cooperación e intercambio entre naciones.
En lugar de condenar, consienten. En vez de mostrar su rechazo a los invasores y ser solidarios con Ucrania, alientan el proceder de las autoridades rusas.
No promueven sanciones, sino estrechar la colaboración con Rusia.
El cinismo del diputado de Morena, Armando Contreras Castillo, raya en la locura al destacar que no hay manera de que México y Rusia afecten sus relaciones, porque siempre se respetará el principio de no intervención y hará votos para que regrese la paz en esta región de Europa.