Desde San Lázaro

Fracaso, dispendio y golpe a la democracia

El fracaso de la consulta popular ha sido un desperdicio de presupuesto y recursos humanos, en tiempos en donde más que nunca hacen falta.

El fracaso de la consulta popular ha sido un desperdicio de presupuesto y recursos humanos, en tiempos en donde más que nunca hacen falta para, por ejemplo, regularizar el abasto de medicamentos y la adquisición y aplicación de vacunas, no solo contra el Covid-19, sino para el esquema de vacunación básico para la niñez.

El dispendio por un capricho ha costado alrededor de mil millones de pesos, 568 los erogó el INE y el resto salieron de las arcas de los gobiernos en manos de militantes de Morena, desde la presidencia de México hasta el más humilde de los ayuntamientos del país, todo para dañar a la democracia, por restarle credibilidad a la participación de la ciudadanía en una consulta popular que desde su génesis, fue un amañada y secundada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación para darle gusto en sus ocurrencias al presidente de México.

La ciudadanía no se chupa el dedo y la prueba es que ignoró olímpicamente la consulta, con lo que quedó demostrado que no es tan ignorante como suelen pensar en Palacio Nacional.

Se requerían 37 millones de votos para ser vinculante y ni en sueños se logró esa cantidad.

Ha quedado maltrecha la figura presidencial, por ser el principal instigador de un bodrio jurídico para juzgar a los expresidentes y de causar un boquete a las finanzas del INE y por supuesto de las arcas públicas de la Federación.

La diputada federal Guadalupe Almaguer Pardo afirmó que la consulta popular sobre el enjuiciamiento a expresidentes “es un capricho del Presidente”, ya que la ley no está sujeta a consulta, sólo se tiene que aplicar.

Todos las organizaciones de abogados, expresaron su rechazó a enjuiciar a expresidentes por decreto, en lugar de hacerlo, en caso de que hubiera un ilícito, por la vía legal.

“La aplicación de la ley no se somete a consulta, la aplicación del Estado de derecho es una responsabilidad intrínseca de los gobiernos que, al rendir protesta al asumir sus cargos, juran cumplir y hacer cumplir la ley. La ley no se consulta, se aplica”.

En este ejercicio, le llaman ahora de democracia participativa, volvió a demostrar su profesionalismo el INE al cumplir en tiempo y forma con la organización de la consulta, aunque el jefe del Ejecutivo federal salga a decir lo contrario, al igual que sus esbirros.

Habrá que recordar que esta consulta ha sido organizada sin presupuesto destinado para ello, ya que la mayoría de Morena en el Legislativo no sólo no aprobó presupuesto adicional, sino que redujo el presupuesto del INE en 870 millones de pesos.

Aunado a ello, Morena y el propio López Obrador han vertido una serie de señalamientos mal intencionados contra el INE, por la supuesta falta de promoción de la consulta, “pero hay que aclararles que la entrada en vigor de la convocatoria, como el inicio de la promoción de la consulta, por ley, comenzó el pasado 15 de julio”, advirtió Almaguer Pardo.

“Ante la falta de credibilidad de la sociedad en su consulta mentirosa y a sabiendas de que será un fracaso, no por la organización por parte del INE, sino porque la ciudadanía sabe que es una pregunta sin sentido, que es una farsa; Morena, Mario Delgado y López Obrador buscan todo el tiempo culpables”, afirmó la diputada federal.

Después de este ominoso capítulo de la manipulación por parte del presidente, viene un tema relevante que fue impuesto en otras latitudes del mundo como en Venezuela para, a través de un ejercicio supuestamente democrático, perpetuar en su cargo a los dictadores: la revocación de mandato.

Aquí se pretende emular el ejercicio, sin embargo, los resultados de la revocación de mandato se han complicado para AMLO, luego del resultado de ayer en la consulta popular para enjuiciar a los expresidentes. En una de esas, no vaya siendo el demonio, y la gente salga a expresar el próximo año su rechazo a que continúe en el cargo.

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