Desde San Lázaro

Se acrecienta el descrédito popular en contra del Congreso

El descrédito popular que tiene el Congreso debería servir para que, por lo menos, los actuales legisladores se apliquen en defender las causas de la gente.

El descrédito popular que tiene el Congreso debería servir para que, por lo menos, los actuales legisladores se apliquen tanto en defender las causas de la gente como en desaforar a aquellos diputados que han incurrido en delitos del fuero común, como ha ocurrido con Mauricio Toledo y el violador de menores, Saúl Huerta. Pero lejos de hacerlo, Morena y el PT se escudan en triquiñuelas para sacar este tema de la agenda del periodo extraordinario.

Como se sabe, después de los resultados del 6 de junio, Morena y sus aliados no alcanzaron a tener la mayoría calificada y ello les impide aprobar las reformas legislativas del presidente, por esa razón, en primera instancia deben cuidar a sus aliados como al PT que no lo tocan ni con el pétalo de una rosa, tal como está quedando demostrado con la negativa para desaforar a uno de los suyos, el diputado Toledo, quien es acusado por la fiscalía de la CDMX por enriquecimiento ilícito, entre otros.

Más allá de que el legislador sea culpable o no, está el hecho de que sus correligionarios no lo quieran desaforar para que sea tratado como un mortal común en los tribunales y con esa postura están encubriendo a un eventual delincuente y eso tiene nombre y se llama complicidad.

El tema es que, primero están los intereses de partido y el de la camarilla del grupo en el poder, que pugnar porque se haga justicia en favor de las víctimas como son los casos de los adolescentes presuntamente abusados por el diputado Saúl Huerta, quien también ha sido protegido, en este caso por los morenistas.

Ojalá que las voces sensatas que prevalecen al interior de ese partido permitan que en la agenda de otro periodo extraordinario se ventile el desafuero.

Si así estamos en la víspera del inicio de la LXV Legislatura que comienza el 1 de septiembre, no quiero imaginar qué pasará cuando ya estén instalados los diputados que la conforman y en donde los nuevos equilibrios de poder provocarán que se agarren del chongo.

Viene la discusión del Paquete Económico 2022 y allí se verá; primero, si el bloque opositor está sólidamente consolidado, y segundo, si los líderes de Morena en ambas cámaras tienen los arrestos suficientes para alcanzar acuerdos.

En la Cámara alta, no hay duda de ello, con Ricardo Monreal, pero en donde hay serias dudas que se imponga el dorado puente de la negociación es en la Cámara baja, en virtud del ánimo troglodita que impulsa las acciones del pastor de los diputados de Morena, Ignacio Mier.

Hay otro factor que pone en tela de juicio la operación política de ambos coordinadores y es que sus aliados ya no lo son tanto, ya que el PVEM y el mismo PT están dispuestos a romper el cordón umbilical que los une con Palacio Nacional, y aunque el gobierno de la 4T tiene los mecanismos coercitivos para tenerlos bajo el redil, lo cierto es que en cualquier momento los mandan a volar.

Las recientes acusaciones contra el senador del Verde, Manuel Velasco, que se dieron hace apenas un mes, se han diluido como agua entre las manos y no porque el angelito sea inocente, sino porque ya dio su brazo a torcer el Partido Verde para seguir avalando en el Congreso lo que disponga el presidente de México.

Lo que queda de todo este desencuentro en la Comisión Permanente es que se ensucia aún más la imagen del Congreso, que de suyo arrastra un descrédito popular que los coloca en el primer lugar del rechazo generalizado de los ciudadanos, incluso superior al de los policías.

Todos contra todos por algo que en origen debería unirlos, pero como siempre, primero están sus intereses que los de la ciudadanía y del país.

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