Desde San Lázaro

Engañosos, los Precriterios de Política Económica para 2022

Arturo Herrera cayó en el error de mentir, al igual que lo hace su jefe, empero la gravedad de las falacias del titular de SHCP desestabilizarán las finanzas públicas.

Ya también Arturo Herrera cayó en el error de mentir, al igual que lo hace su jefe, empero, la gravedad de las falacias del titular de SHCP desestabilizarán las finanzas públicas al emitir una serie de consideraciones que no tienen sustento alguno o peor aún, están basadas en la visión que tiene el presidente López Obrador del país y no de lo que ocurre realmente.

En el documento denominado los Precriterios de Política Económica entregado a la Cámara de Diputados, por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), no se toman en consideración aspectos técnicos del contexto nacional como la baja productividad por la pandemia, la falta de estímulos para el crecimiento y un lento y farragoso proceso de vacunación, “razones por demás suficientes para no acompañar los deseos de la administración pública que está cosechando lo que sembró”, advirtió el diputado panista Juan Carlos Romero Hicks.

El líder de los panistas en San Lázaro aclaró que los indicadores fundamentales de los Precriterios son altamente optimistas ante un ambiente interno y externo todavía inciertos, “en donde lo que se ofrece no está apegado a la realidad y peor aún, no se garantiza el Estado de derecho en las acciones de una administración pública que no convence”.

La realidad de las cosas es que 2022 será peor que este año, en virtud de que son pocas las acciones que el gobierno emprende para salvar la planta productiva del país, así como incentivar el empleo formal.

Por desgracia, desde 2019 entramos en un torbellino que arrastra al país hacia peores estadios de vida para la mayoría de los mexicanos.

Desde el inicio de este sexenio y como se aprecian las cosas para el siguiente año, seguiremos en picada, y si no es por las remesas que se mandan allende nuestras fronteras, ya estaría alzada la raza.

El manejo de las finanzas públicas ha sido un desastre, por decir lo menos. Los incrementos de la deuda externa, el desplome del PIB, los niveles de corrupción, la inseguridad, la nula confianza que tienen los inversionistas y el debilitamiento del Estado de derecho, nos ponen cada vez más cerca de la crisis y lejos de ese México que teníamos en 2018.

La estatización de la energía eléctrica y la expropiación petrolera que pretende llevar a cabo el presidente, son otros diques que impedirán salir de la inercia hacia el fracaso.

En el documento de los Precriterios Económicos para 2022 se ofrece un índice de inflación de 3.7 por ciento, empero, con el incremento en las gasolinas, será mayor. La proyección del tipo de cambio ya considera una cotización de 20.3 pesos por el billete verde, cifra que estará por debajo de la realidad que se calcula alrededor de 24 pesos.

La tasa de interés para el mercado interno subirá a 4.3 por ciento el próximo año, aunque analistas mencionan que será mayor.

En torno a la recaudación, se vislumbra que continúe la caída, tal como está ocurriendo en estos momentos; verbigracia, la recaudación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) se quedó a la mitad de su potencial en 2020, a pesar de los avances en el combate a la evasión y elusión fiscal.

Otro elemento a considerar es la Población Económicamente Activa de México que registró una disminución de 2.4 millones de personas, al pasar de 57.8 millones en febrero de 2020 a 55.5 millones en el segundo mes del presente año, de acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo publicados por el Inegi.

Hasta el pasado febrero se contabilizan 2.4 millones de personas fuera del mercado laboral en México, situando la tasa de desempleo en 4.4 contra el 3.6 por ciento, registrado en el mismo mes de 2020.

Por otro lado, por segundo año consecutivo, México ya no está dentro de los 25 países más atractivos para recibir Inversión Extranjera Directa (IED). De 2018 a 2020 México disminuyó el flujo de IED al pasar de 33.7 a 29.1 mil millones de dólares y la perspectiva no es nada alentadora si tomamos en cuenta las señales que se están enviando desde Palacio Nacional.

De acuerdo con los agregados monetarios del Banco de México, hay poco dinero en circulación entre la población, el crédito al consumo destinado a las familias mexicanas ha sido muy afectado, pues registró un desplome de 23 por ciento de febrero de 2020 al mismo mes de 2021.

El crédito al sector privado, que incluye el financiamiento al consumo para empresas y la vivienda, registró una caída de 6 por ciento, lo que confirma el deterioro del entorno de negocios debido a la falta de condiciones en el país para la expansión económica.

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