Directora de Análisis y Estrategia en Intercam Casa de Bolsa

¿El S&P500 y el peso: ‘quo vadis’?

La mayor probabilidad de que la Fed recorte las tasas de fondos federales en Estados Unidos, disminuye el apetito hace más atractiva la inversión por activos considerados de riesgo.

El principal indicador bursátil en Estados Unidos, el S&P500 arroja en el año un rendimiento del 8 por ciento, luego de haber cerrado el 2023 con una ganancia de 34 por ciento. Esto llama la atención, toda vez que estamos en los niveles más elevados de tasas de interés en los últimos 24 años y lo que se espera hacia adelante es una desaceleración de la economía.

Pero las bolsas americanas están imparables, y a pesar de que se han retrasado en varias ocasiones las expectativas respecto del momento en que la Reserva Federal comenzará un ciclo acomodaticio, el S&P500 ha alcanzado y superado esta misma semana, el nivel objetivo esperado por el consenso del mercado para el final del año, que se sitúa en 5 mil 100 puntos.

Los resultados del cuarto trimestre del año 2023 fueron mejores a las estimaciones, y las expectativas para este año son que las utilidades de las empresas en el agregado crecerán 9.4 por ciento, dando cierto espacio para que se mantenga el apetito por estos activos considerados de riesgo. No obstante lo anterior, pareciera que todas las buenas noticias ya están incorporadas, porque los múltiplos reflejan valuaciones apretadas. Al tomar en cuenta el múltiplo precio/utilidad (que indica cuántos años tardará una empresa en recuperar la inversión considerando el precio actual y las utilidades esperadas para los siguientes doce meses) se encuentra por arriba del promedio de los últimos 5 y 10 años. Y nadie hace dinero comprando caro.

Sin embargo, vale la pena decir que, al interior, el comportamiento de las acciones es totalmente heterogéneo. Las empresas de mayor capitalización de mercado, conocidas como los gigantes tecnológicos o las 7 magníficas, han sido las grandes ganadoras. En el último año el rendimiento de estas acciones supera el 100 por ciento en promedio, siendo que solamente representan el 30 por ciento del S&P500. Por mencionar solo un ejemplo, en los últimos 12 meses NVIDIA, la empresa líder que fabrica chips para la inteligencia artificial, ha aumentado su valor en 2.8 veces, ¡una locura!

Comienza el debate sobre el momento en el que los mercados pudieran tener un respiro, o si existe suficiente gasolina para continuar con el rally. La realidad es que esta apreciación ha sido alimentada por la expectativa de que la Reserva Federal ha alcanzado la tasa terminal –las tasas de fondos federales no subirán más– y los mercados esperan que el ciclo acomodaticio comience en el verano, haciendo más atractiva la inversión por activos considerados de riesgo. Sin embargo, hay varios riesgos que pudieran entorpecer la apreciación, entre ellos utilidades más moderadas de los gigantes de tecnología y que la Fed realice menos recortes de los previstos.

Por lo que respecta a la moneda mexicana, esta misma semana varios inversionistas y analistas levantaron las cejas, toda vez que el peso se ubicó en niveles cercanos al mínimo alcanzado en el 2023, mostrando la mayor apreciación de las monedas emergentes frente al dólar en lo que va del año. Las razones detrás de la fortaleza de nuestra moneda siguen siendo las mismas, un déficit de cuenta corriente muy acotado, financiado en su totalidad por inversión extranjera directa, que excede las necesidades de dólares de nuestro país, por lo que el mercado se encuentra sobreofertado de dólares. Además de esto, tal y como sucede con las bolsas americanas, la mayor probabilidad de que la Fed recorte las tasas de fondos federales en Estados Unidos, disminuye el apetito por dólares. Pero posiblemente esta semana el movimiento de apreciación del peso sea explicado por cuestiones especulativas. En el mercado de futuros de Chicago, los contratos netos a favor del peso alcanzaron 106 mil 586, que totalizan apuestas a favor del peso por el orden de 3 mil 172 millones de dólares. Sin embargo, es de esperarse que más adelante veamos cierta volatilidad en el precio del dólar a medida que se acercan las elecciones en Estados Unidos y México.

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