¿Tienes miedo? Es justificable, venimos de dos años de pandemia que no acaba de terminar, con un impacto económico enorme en nuestras vidas. Hay un aumento en los precios de los productos que consumimos, y la reactivación es insuficiente para alcanzar los niveles previos a la contingencia. Sin embargo, necesitamos seguir tomando decisiones y el temor puede conducir a la parálisis o a la equivocación. ¿Qué hacer?
La respuesta puede estar en un artículo reciente en el Wall Street Journal, en donde señalan que buscar más información sobre cuestiones monetarias como la gestión de la deuda, la creación de ahorros de emergencia y la diversificación de riesgos, podría aumentar la felicidad general. Se trata de un estudio publicado en 2021 por Finra y el Centro Mundial de Excelencia en Educación Financiera. Encontraron que incluso antes de la pandemia, un bajo nivel de educación financiera era uno de los principales contribuyentes al estrés y la ansiedad.
Otra investigación descubrió que las personas con mayores ingresos que habían hablado con un asesor eran casi tres veces más felices en comparación con quienes administraban sus propios recursos.
El primer paso es hacer un balance de nuestras finanzas, pues si bien puede haber afectaciones serias como la pérdida del trabajo o un endeudamiento excesivo, también es posible que nos ‘apaniquemos’ por las noticias, y las cosas en casa no estén tan mal como creemos.
Para muchos este análisis puede ser doloroso, pero la negación no hará que desaparezca. Es fundamental separar los síntomas de la enfermedad, porque de otra manera seremos incapaces de arreglar la raíz del problema. Me explico: tal vez la crisis se vea reflejada en la falta de dinero; sin embargo, puede ser causado por las deudas, la reducción de los ingresos o por el incremento de los gastos.
Conociendo el tamaño del problema es factible buscar la información necesaria, como sugieren los estudios señalados. Para ello, la recomendación es consultar fuentes confiables y evitar caer en la mano de charlatanes que quieren sacar provecho del miedo de la gente.
Por ejemplo, deja de tomar crédito con alternativas de corto plazo y tasa elevada para zafarte de tus compromisos inmediatos; lo único que estarías haciendo es postergar y engrosar las dificultades.
Por supuesto, está también la posibilidad de acercarte a personas que ya hayan pasado por esos problemas o expertos que te den opciones de salida. El simple hecho de exponer tus preocupaciones te permitirá aclarar y sistematizar lo que podría ser una solución.
¿Qué tanto miedo te da la perspectiva económica de 2022? Coméntame en Instagram: @atovar.castro Twitter: @albertotovarc
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