Monterrey

Hiram Peón: ¿Cada quien tiene su propio destino?

¿Libres para tener el gobierno que merecemos?

No existe un único universo, sino un numero infinito de posibilidades de coincidir simultáneamente por toda la eternidad. Esta frase la escuche en una película.

Una de las grandes preguntas que nos hacemos las personas, en algún momento de la vida, tiene que ver con lo que conocemos como “destino” y lo hacemos de distintas maneras: ¿existe el libre albedrío?, ¿alguien maneja mi vida? ¿Tenemos una misión que cumplir? ¿todos tenemos un propósito en la vida, aunque no lo conocemos? ¿Dios escribió el destino de cada quién? ¿Me castigará, como el Dios del antiguo testamento, si no lo cumplo?

El tema es que vivimos en una sociedad que quiere determinar la vida de los demás y no permite, por el contrario, que alguien trate de determinar la suya propia.

Estamos llenos de hábitos: por ejemplo, nos levantamos cada mañana y vamos directo al buró para ingerir la pastilla que nos quitará la molestia, el dolor, la que nos permitirá mitigar la rigidez corporal. Bueno, cualquiera puede notar que esa persona es un adulto mayor.

Veamos a un joven de 30 años. Se levanta y se mete a la ducha y después de bañarse busca en la cocina qué desayunar, antes de salir corriendo al trabajo. Tiene que llegar antes de las ocho de la mañana, porque si no, su jefe, le llamara la atención.

Los dolores, la rigidez del cuerpo, irse aseado al trabajo, el jefe que vigila quien llega tarde. Todos ellos tratan de determinar tu vida, consciente o inconscientemente.

En la historia de este planeta, hubo un momento en que Carl Sagan colaboró con la NASA para enviar al espacio profundo un disco donde se recopilaran los sonidos de las experiencias humanas, pero no lo hizo solo, se acompañó de una mujer que le ayudo en ese proyecto. Ann Druyan fue esa mujer, una persona de la que termino enamorado después de trabajar juntos tres años.

¿Estaba escrito en algún sitio que Carl y Ann deberían elaborar ese proyecto para la NASA y terminarían siendo pareja con el paso del tiempo?

Como esta pequeña historia de amor de Carl y Ann, todos tenemos historias similares. No solo de amor sino también de desamor. Historias donde se ve claramente que una trata de determinar la vida del otro. Uno trata de controlar la vida de la otra. Algunas veces con éxito.

Pero eso, el intento de control, en vez de asegurar la permanencia de la pareja, termina alejando y rompiendo la relación.

¿Y qué sucede en la sociedad?, exactamente lo mismo. Mientras más control pretende tener el gobierno, menos apoyo recibe de los ciudadanos.

Menos gobierno y mas vida comunitaria, parece ser el ideal en la relación gobierno ciudadanos.

Que venga AMLO a darnos atole con el dedo, no convence a nadie. En el proyecto elaborado para proveer de más agua a la ciudad. Viene y cambia las reglas del juego, no solo el monto de la inversión sino también el resultado del proyecto, ¡¡y luego como si fuera divino nos viene a dictar reglas morales para usar NUESTRO PROPIO DINERO!!

Porque el dinero “federal” que se asigno al proyecto de Nuevo León, es solo una ínfima parte de lo que se llevaron del estado.

Entonces, somos libres de determinar nuestra vida, o somos parcialmente libres para vivir a nuestra manera. O no lo somos en nada y por lo tanto somos como títeres que alguien más maneja a su antojo y nosotros creemos que tenemos un propósito y que vivimos nuestra misión divina.

Mantengamos viva la esperanza. Mantengamos la fe. Hasta la próxima.

El autor es experto en comunicación corporativa y situaciones de crisis. Cuenta con un MBA del ITESM.

Mail: hirampeon@gmail.com

Twitter: @Hirampeon

Hiram Peón

Hiram Peón

Politólogo de la Universidad Autónoma de Chihuahua con Maestría en Administración de Negocios del Tecnológico de Monterrey. Consultor de negocios y estrategias de comunicación.

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