En medio de días de polémicas tras el arresto y arribo a México de Hernán Bermúdez, exsecretario de Seguridad de Tabasco ligado con el Cártel de ‘La Barredora’ durante la gestión de Adán Augusto López, Morena insiste en que no habrá rompimiento; sin embargo, según analistas, la 4T corre riesgo de ‘implosión’.
El caso de Hernán Bermúdez, señalado por extorsión, asociación delictuosa y lavado de dinero, es uno de los puntos clave que podrían dividir a la 4T en el Ejecutivo y el Legislativo; sin embargo, es apenas uno de los puntos de discordancia que existen y se han manifestado en los últimos meses.
Enrique Quintana, vicepresidente y director general editorial de El Financiero, explicó en su columna los riesgos que tiene Morena y la 4T por diversos problemas internos, más allá de las debilidades de la oposición.
Quintana analiza que los mayores riesgos vienen “desde casa” cuando la oposición es débil, y para ello está el ejemplo del PRI en su proceso interno para las elecciones de 1988, año en el que comenzó su crisis por las divisiones internas del partido.
"La continuidad de la 4T no está en el presente en manos de un rival externo, sino de la propia capacidad de ese movimiento para procesar conflictos, administrar egos y blindar la narrativa de integridad que la llevó al gobierno", analizó Enrique Quintana.
¿Cuáles son los riesgos de ruptura en Morena?
Estas son las principales polémicas que podrían ser el inicio de una fractura en Morena:
Huachicol fiscal
La red de contrabando que disfrazó combustibles como aditivos para evadir el Impuesto Especial a la Producción y Servicios (IEPS) alcanzó a mandos morenistas, quienes supuestamente se habrían beneficiado con millones de pesos.
A pesar de que la presidenta Claudia Sheinbaum prometió ir a fondo en las investigaciones sobre el huachicol fiscal, Enrique Quintana explica que “el golpe simbólico es duro”, y si el Estado participó será una prueba “severa” para la 4T.
Hernán Bermúdez
La detención de Hernán Bermúdez en Paraguay influye negativamente en Morena y aliados por su vínculo con Adán Augusto López, líder de Morena en el Senado, ya que el hombre es acusado de dirigir al cártel de ‘La Barredora’, aliado del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en Tabasco.
Aunque Morena le dio el “beneficio de la duda” a Adán Augusto López, el caso deja a la presidenta Sheinbaum frente a dos posibilidades: respaldar el liderazgo del exsecretario de Gobernación o marcar distancias, y en ambos casos dejaría “heridas” en la 4T.
Noroña y los viajes de lujo de los morenistas frente al discurso de austeridad
Desde hace tres meses, los funcionarios morenistas están ‘bajo la lupa’ debido a sus viajes y compras lujosas, tema que no coincide con el discurso de austeridad, sea legal o no.
El primer caso es el de Gerardo Fernández Noroña, expresidente del Senado, a quien se le atribuye una casa de 12 millones de pesos en Tepoztlán, comprada a crédito y acompañada de una serie de declaraciones en las que el exintegrante del PT argumentó que no tiene que ser austero.
Además está el caso de Andrés Manuel ‘Andy’ López Beltrán, quien fue a Japón con “recursos propios” y que generó polémica debido a su alto mando dentro de la dirigencia de Morena.
"Estos episodios no cambian la ley, pero sí la percepción", analizó Enrique Quintana.
La reforma electoral y las divisiones legislativas
Finalmente, otro tema que ha generado choques es la reforma electoral que viene en camino, misma que reduce el financiamiento público, además de que propone la eliminación de diputados y senadores plurinominales.
"Si la ingeniería electoral resta asientos y recursos a sus socios, el bloque oficial corre el riesgo de convertir la agenda presidencial en rehén de sus propios aliados. El costo no está sólo en votos legislativos; está en la confianza recíproca“, explica Enrique Quintana.
Además de la reforma electoral, las bancadas de Morena en la Cámara Baja y el Senado se enfrentan a cada vez más diferencias, siendo sus líderes, Ricardo Monreal y Adán Augusto López, respectivamente, quienes han tenido diversos choques.
Las tensiones, por los casos de Hernán Bermúdez, la austeridad y la reforma electoral podrían traducirse en una “parálisis”, según Enrique Quintana, algo que no implicaría un rompimiento, sino una lenta erosión en el movimiento.
"La sociedad puede tolerar errores; no tolera la sensación de impunidad selectiva", explicó Enrique Quintana.
