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A unas semanas de las celebraciones navideñas, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) discutirá un proyecto de sentencia que plantea prohibir la colocación de objetos decorativos alusivos al nacimiento de Jesucristo en edificios gubernamentales.
El 9 de noviembre el ministro Juan Alcántara Carrancá presentará el amparo en revisión 216/2022 en donde se reclama la colocación de este tipo de objetos religiosos en el ayuntamiento de Chocholá en el estado de Yucatán.
Desde diciembre de 2020, la asociación civil Kanan Derechos Humanos emprendió litigios en contra de tres ayuntamientos en Yucatán por estos actos bajo el argumento de una violación al Estado laico y la discriminación de las personas que no son católicas.
Los amparos fueron asignados al Juzgado Cuarto de Distrito en el estado de Yucatán que eventualmente sobreseyó luego de que el ayuntamiento argumentara que ya había retirado los símbolos religiosos.
Inconforme con la resolución, Kanan Derechos Humanos interpuso un recurso de revisión ante al Tribunal Colegiado en Materias del Trabajo y Administrativa del Decimocuarto Circuito que fue admitido.
La Suprema Corte atrajo el caso en abril de 2022 por revestir especial interés, relevancia y trascendencia, puesto que se trata de casos inéditos para el país en cuanto a los alcances del Estado laico y las libertades religiosas, explicó Miguel Fernando Anguas Rosado, director jurídico y cofundador de Kanan Derechos Humanos, en un artículo publicado en Nexos.
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En el proyecto, se determinó que esta sentencia tiene una vocación de transformación social, es decir, que aspira a modificar el orden social prevaleciente en un Estado y abrir nuevos rumbos hacía la vida social.
¿La Suprema Corte prohibirá la colocación de nacimientos en cualquier lugar?
El abogado Miguel Fernando Anguas explica que, de resultar favorable, la sentencia de la Suprema Corte no prohibirá que las personas continúen con la tradición del nacimiento de Jesucristo en el ámbito privado, más bien las autoridades ya no podrán colocar símbolos alusivos a ninguna religión, mucho menos con recursos públicos en edificios de gobierno.