En un contexto global donde la energía se ha convertido en el eje de la competitividad, la sostenibilidad y la innovación, el Octavo Encuentro Energético de Nuevo León no solo cumplió con las expectativas: las superó con creces.
Este evento, que reunió a más de 700 participantes, se consolidó como el foro más relevante del sector energético en el noreste de México, y dejó claro que el estado está listo para liderar la transformación energética del país.
Lo más destacable de esta edición fue la presencia activa de los usuarios finales e industriales. Por primera vez, quienes consumen y gestionan la energía en sus procesos productivos tomaron el protagonismo, demostrando que la transición energética no es solo un tema de especialistas, sino una prioridad estratégica para las empresas.
Este cambio de enfoque revela una madurez creciente en el ecosistema empresarial de Nuevo León, que entiende que eficiencia y sostenibilidad son sinónimos de competitividad.
La calidad del contenido también fue sobresaliente. Con 31 ponentes nacionales e internacionales, el evento abordó temas clave como la descarbonización, la innovación tecnológica y la transición energética.
La participación de la Secretaria de Economía del Estado, Betsabé Rocha, como conferencista magistral, fue un gesto político y simbólico que reafirma el compromiso del gobierno estatal con el Clúster Energético y con una agenda energética de largo plazo.
Otro aspecto que merece reconocimiento es el perfil de la audiencia. Más del 40 por ciento de los asistentes ocupan cargos de alta dirección o áreas estratégicas, lo que convierte al Encuentro en una plataforma de influencia real, donde se gestan decisiones que impactan directamente en las inversiones y políticas energéticas de las organizaciones.
La representatividad multisectorial fue otro acierto. Energía, manufactura, servicios especializados, academia, gobierno y construcción se dieron cita en un mismo espacio, generando un diálogo interindustrial que fortalece la economía regional. Este tipo de convergencia es vital para construir soluciones integrales y sostenibles.
Además, la participación de empresas líderes como TERNIUM, CEMEX, VITRO, HEINEKEN y Alfa, junto con instituciones académicas de prestigio como el Tecnológico de Monterrey y la UANL, dotó al evento de un peso institucional que trasciende lo simbólico. Es una señal clara de que el sector privado y la academia están alineados con los objetivos energéticos del estado.
Para los patrocinadores y expositores, el Encuentro ofreció un retorno de valor tangible. La audiencia técnica y con capacidad de decisión creó un entorno propicio para el intercambio comercial, la visibilidad de soluciones innovadoras y la generación de alianzas estratégicas.
En suma, el Octavo Encuentro Energético fue mucho más que un evento: fue un reflejo del liderazgo energético de Nuevo León.
Un liderazgo que se construye con visión, colaboración multisectorial y compromiso con el futuro. Si algo quedó claro, es que el estado no solo está preparado para enfrentar los retos energéticos del siglo XXI, sino que está decidido a ser protagonista en su solución.
El autor es Director del Clúster Energético de Nuevo León.