Monterrey

Jesús Garza: Inversión pública en caída libre

¿Ajuste fiscal o riesgo estructural?

Los últimos datos publicados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) revelan una fuerte contracción en la inversión pública federal. De enero a julio de 2025, la inversión física presupuestaria cayó 35.7% en términos reales respecto al mismo periodo del año anterior.

Este desplome afecta sectores clave: la inversión en energía se redujo 31.6%, mientras que salud, educación y agua potable registraron caídas de 57.5%, 42.2% y 77.2%, respectivamente. En contraste, el sector de comunicaciones y transportes muestra una expansión de 60% anual, lo que sugiere una reasignación selectiva del gasto.

Este ajuste responde al esfuerzo de la SHCP por contener el elevado déficit fiscal de 2024, que alcanzó 5.9% del PIB y generó presiones sobre la calificación crediticia del país.

Si bien la disciplina fiscal es necesaria, los recortes a la inversión física —especialmente en sectores estratégicos— comprometen el crecimiento potencial de mediano plazo. La inversión pública representa un motor clave para la productividad, el desarrollo regional y la provisión de bienes públicos.

No todo el gasto público está cayendo. El gasto en desarrollo social, particularmente en protección social, aumentó 5.1% real anual, alcanzando 1.2 billones de pesos en los primeros siete meses del año. Este monto supera el gasto conjunto en salud (455 mil millones) y educación (599 mil millones), lo que refleja una clara priorización del gasto asistencial sobre el gasto productivo.

Esta estrategia puede tener efectos redistributivos positivos, pero también plantea dudas sobre su sostenibilidad y eficacia en el largo plazo.

El entorno fiscal se complica por la debilidad de los ingresos públicos. Los ingresos petroleros provenientes de Pemex se contrajeron 28% anual, afectados por menores precios internacionales y producción. Aunque los ingresos tributarios crecieron 7.2% —gracias a mejoras en fiscalización y digitalización—, el panorama económico apunta a un estancamiento, lo que limita el margen para revertir los recortes.

En conclusión, México enfrenta un dilema fiscal: equilibrar la disciplina presupuestaria con la necesidad de sostener la inversión pública.

El recorte agresivo en sectores como salud, educación y agua potable puede tener efectos duraderos sobre el bienestar y la productividad. Una estrategia fiscal más equilibrada, que combine eficiencia en el gasto social con inversión estratégica, será clave para preservar el crecimiento y la estabilidad macroeconómica.

El autor es director general de Soluciones Financieras GAMMA, CEO de Miri Capital LLC e investigador no residente de Baker Institute en la Universidad de Rice. Tiene un doctorado en Finanzas y maestría en Economía Financiera, ambas por la Universidad de Essex en el Reino Unido.

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