Monterrey

Norberto Maldonado: La productividad laboral y el poder transformador de la tecnología

En un mercado laboral cada vez más competitivo y en constante evolución, es vital poner sobre la mesa de la discusión nacional la optimización de la productividad.

El mercado laboral actual se ha vuelto más competitivo y cambiante que nunca, por lo que es imprescindible poner sobre la mesa cómo optimizar la productividad mediante la adopción de tecnologías avanzadas.

Contrario a lo que la mayoría de la gente piensa, esto no solo beneficia a las empresas, sino también a los trabajadores.

En lugar de limitarse a aumentar las vacaciones, fomentar el home office o reducir las horas de trabajo, con la finalidad de conseguir apoyo electoral, es crucial centrarse en estrategias que mejoren los salarios, la calidad de vida y especialmente la eficiencia laboral.

La mayoría de nuestros legisladores solo se fija en los muchos días y horas que la fuerza laboral dedica a su trabajo. Sí, eso es importante, pero es, como la mayoría de las cosas que hacen, superficial.

La historia nos ha demostrado que los cambios que realmente hacen más productivo a un país y mejoran los ingresos de las personas solo se logran adoptando nuevas tecnologías y herramientas que hagan el trabajo más eficiente y medible. Las recientes reformas laborales han llevado a las empresas a enfrentar aumentos salariales, ampliación de vacaciones y reducción de jornadas laborales.

Estas medidas pueden representar un desafío económico significativo. Sin embargo, en lugar de ver la tecnología como un gasto adicional, las empresas deberían considerarla una inversión crucial.

Herramientas como la Inteligencia Artificial y los softwares de gestión de rendimiento pueden transformar la eficiencia operativa. Ignorar esta oportunidad limita el desarrollo y obliga a las empresas a adaptarse a leyes que, a largo plazo, podrían ser perjudiciales para su crecimiento.

En 2023, la productividad laboral en México alcanzó su nivel más bajo, con un registro de 93.2 puntos según el Índice Global de Productividad Laboral de la Economía (IGPLE).

Este declive se agrava aún más en 2024, donde las empresas enfrentan un panorama complicado debido a nuevas reformas e iniciativas. La OCDE destaca algo que a mí me preocupa: México es uno de los países donde más se trabaja, con un promedio de 2,128 horas al año por trabajador, casi 500 horas más que el promedio de la OCDE.

Sin embargo, la productividad por hora sigue siendo una de las más bajas. La tecnología, especialmente la IA, puede ser un gran aliado en este contexto.

La IA tiene la capacidad de automatizar tareas repetitivas, mejorar la atención al cliente y optimizar procesos, ofreciendo una oportunidad para incrementar la productividad en la mayoría de los entornos laborales. Según un estudio realizado por McKinsey, la implementación de IA puede aumentar la productividad en hasta un 40% en ciertos sectores.

Herramientas como chatbots, análisis predictivo y automatización de procesos robóticos (RPA) pueden liberar a los empleados de tareas rutinarias, permitiéndoles enfocarse en actividades de mayor valor agregado.

Adoptar estas tecnologías no solo puede transformar la forma en que trabajamos, sino también mejorar significativamente la eficiencia y la productividad. La implementación de herramientas de gestión de proyectos y colaboración en la nube, por ejemplo, puede facilitar la comunicación y coordinación entre equipos, independientemente de su ubicación geográfica. Un estudio de Accenture muestra que las empresas que adoptan estas herramientas pueden mejorar la eficiencia operativa en un 30%.

Además, la realidad aumentada (RA) y la realidad virtual (RV) pueden utilizarse para capacitación y simulaciones, reduciendo los costos y mejorando los resultados de aprendizaje. Además, es esencial que las empresas inviertan en capacitación digital para sus empleados.

Un informe de Deloitte sugiere que las empresas que invierten en la capacitación de sus empleados y en salarios competitivos tienen un 20% más de probabilidad de retener talento de alto rendimiento.

Esta capacitación no solo mejora las habilidades técnicas de los empleados, sino que también fomenta una cultura de innovación y adaptación constante.

En el caso de Nuevo León, según el Índice de Competitividad Estatal 2023 del Instituto Mexicano para la Competitividad, (IMCO), -que evalúa la habilidad de los estados para competir en la economía, particularmente en sectores de alto valor agregado, conocimiento y tecnología- este estado lidera en complejidad en sectores innovadores, seguido por Jalisco y Ciudad de México.

Sin embargo, al analizar otros 10 indicadores del mismo estudio, el IMCO coloca a Nuevo León en el tercer puesto, experimentando una disminución de un punto en su competitividad en comparación con el índice de 2022.

Ciudad de México se mantiene en el primer lugar y Querétaro en el segundo, por lo que es recomendable que gobierno y empresarios impulsen de manera prioritaria la implementación acelerada de tecnología en la industria local.

El reto que tenemos frente a nosotros está en cómo lograr que los trabajadores puedan producir y dar más resultados ocupando menos tiempo, gozando así de una mejor calidad de vida; es decir, el reto es elevar la productividad. ¿y cómo lograrlo? Con implementación de tecnología. No se trata de tener más tiempo libre, sino mejor calidad de vida para los colaboradores y esto es posible gracias a herramientas como la IA.

EL autor es fundador y presidente de la Fundación Kooltivo. Es Licenciado en Administración de Tecnología de Información por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM-CEM).


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