La racionalidad limitada es un concepto que proviene de la teoría de la toma de decisiones y se refiere a la idea de que los individuos, al enfrentarse a decisiones complejas, no siempre tienen acceso a toda la información disponible ni la capacidad cognitiva y el tiempo necesarios para analizar exhaustivamente todas las opciones y sus posibles consecuencias.
En lugar de tomar decisiones de manera completamente racional y analizada, las personas tienden a recurrir a atajos mentales o a generalidades para simplificar el proceso de decisión.
Este enfoque implica que la toma de decisiones está influenciada por una serie de limitaciones, como la disponibilidad de información, el volumen de datos sobre lo que se quiere decidir o el tiempo disponible para conocer y analizar todo lo que se nos comunica. Como resultado, lo que se decida puede estar sesgado o no ser lo óptimo desde el punto de vista de lo racional.
Tomemos las elecciones presidenciales del 2024. Elegir quién nos gobernará los próximos seis años es muy complejo. Dicha decisión se verá influenciada por una intersección de factores, desde qué fuentes usamos para obtener información de los candidatos, hasta los propios intereses personales, formación académica y condiciones de vida personales.
Es tanta la información que circula en las redes y medios acerca de Xochitl Gálvez y Claudia Sheinbaum que está clara la dificultad para tomar la decisión sobre por quién de ellas votar. Algunas personas se basarán sólo por su popularidad y algunos otros lo harán a partir de una percepción simplificada de ellas. Es decir, es poco probable que la mayoría de los electores hagamos una evaluación exhaustiva de sus propuestas, sus antecedentes o sus acciones del pasado o su nexo con algún partido.
Al ser múltiples los factores que moldean la decisión, es muy importante que las candidatas tomen en cuenta los límites de la racionalidad en el diseño de sus mensajes. Desde esta óptica, todo indica que habrán de hacer un esfuerzo para lograr una conexión emocional con los ciudadanos; es tanto lo que se dice de ellas que el desafío para su comunicación electoral es lograr uno o dos mensajes que toquen alguna fibra (racional o irracional), para conseguir los votos para ganar.
Esta teoría nos recuerda que la política no se trata simplemente de una cuestión de datos y números, sino de la intersección de lo racional y lo emocional en la mente del elector.
La tarea para Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum no es fácil, esto les implica comunicar de manera creativa y efectiva, conectando con las emociones y valores de cada una de las regiones de México.
Es difícil estar conscientes de nuestras propias limitaciones y aceptar que tomamos decisiones políticas de manera irracional; sin embargo así ocurre en la mayoría de los casos, inclusive creyendo que lo hacemos de manera informada y reflexiva.
En última instancia, la teoría de la racionalidad limitada nos enseña que la política es tanto un arte como una ciencia, donde la interacción compleja entre la mente y el entorno moldea las decisiones que dan forma a nuestro país. De no informarnos y comprometernos más al seguimiento de campañas como ciudadanos, el liderazgo político del país dependerá de la racionalidad limitada de los electores.