Monterrey

Rodrigo Fenton: El tipo de cambio y las exportaciones

Implicaciones en México.

El tipo de cambio oficial en México para la compra de un dólar de los estados unidos en la fecha de elaboración de este artículo se encuentra en $18 pesos, aproximadamente. La tendencia estos últimos meses ha sido de una apreciación contra el dólar.

Seguramente ha escuchado argumentos positivos de que esta señal muestra una fortaleza del peso mexicano. También hay argumentos negativos de que se está lesionando a los productores del país. Dependiendo de quién lo argumente, escuchará defensores de mantenerlo estable para mantener esa fortaleza como aquellos que piden una depreciación de este (el término “devaluación” es técnicamente incorrecto y solo aplicaría si el Banco de México mantiene un régimen de tipo de cambio fijo).

Este articulo tiene como intención reflexionar sobre los potenciales efectos del tipo de cambio y la producción del país, en particular lo que se refiere a las exportaciones.

Una idea prevalente en materia económica es la ventaja de contar con un tipo de cambio barato. Los productores de bienes y servicios en un país cuentan con una ventaja contra sus competidores extranjeros al poder ofrecer a un menor precio en el mercado internacional.

Si el precio de mercado internacional es único, se pueden obtener mayores ganancias para reinvertir y crecer. Al mismo tiempo, las importaciones se reducen por que los consumidores encuentran más barato comprar productos mexicanos.

El argumento concluye con que un tipo de cambio barato permite incrementar la producción y las ganancias para las empresas locales y aumentar el empleo y el PIB. Muchos agentes económicos, particularmente exportadores y productores locales de algunos productos, promueven por estos motivos la depreciación de la moneda.

Tenemos además algunas observaciones casuales (no necesariamente son verdaderas), como la sospecha de que China construyó su planta productiva de esta forma, manteniendo un yuan relativamente barato contra el USD por décadas. Además, el argumento, presentado en sus extremos, tiene sentido. Si el día de mañana, el dólar costase $500 pesos, nuestros exportadores obtendrían una ventaja inmensa para la venta de sus productos. ¿Pero si el peso se depreciara de $18 a $20 pesos, por ejemplo? Necesitamos considerar varias cosas antes de concluir de una forma.

Un primer punto para considerar es la integración de la economía mexicana en la economía global. Nosotros no somos productores independientes de materias primas, la mayoría de nuestros exportadores se encuentran en la elaboración de productos intermedios o ya terminados por empresas manufactureras.

El 90% de nuestras exportaciones acumuladas en este año a agosto de 2023 fueron en Manufactura ($349 mil millones de dólares).

Considere entonces los costos para un exportador con estas características. Al vivir en un mundo globalizado, este tipo de exportador cuenta con insumos que pueden venir de otro país y que el aumento en el tipo de cambio los haría más caros, pues suelen cotizarse en dólares (la gran mayoría de las importaciones en México son de hecho en productos intermedios).

También tiene varios insumos locales, en particular, la mano de obra. La depreciación entonces le beneficia (y la apreciación le perjudica) en la proporción de los insumos que sean locales. En la medida que sus insumos sean internacionales, el beneficio por una depreciación del tipo de cambio es de menor importancia.

También está la planeación de precios y costos. En la medida de que el productor tenga certidumbre de las tendencias en el tipo de cambio, puede ajustarse a la situación y planear acorde a sus intereses, ya sea con contrataciones locales e internacionales de insumos y de mecanismos de cobertura como los futuros o los swaps de moneda. El efecto del tipo de cambio también se minimiza en la medida que tenga planeación previa. Serán los cambios sorpresa en la relación Peso-Dólar los que más pueden afectar exportaciones e importaciones.

Considere los factores estructurales: el rompimiento en la cadena de suministro entre Estados Unidos y China ha beneficiado la creación de nuevas empresas por el fenómeno de Nearshoring. Si bien el tipo de cambio es parte de la ecuación para determinar el movimiento de operaciones a México, también están presentes otros argumentos de conveniencia y de seguridad, que también son importantes.

Por otro lado, hay factores negativos en una depreciación del tipo de cambio. Los importadores al inverso que los exportadores, tienen pérdidas y afectaciones a su actividad económica. De entre los principales importadores afectados, una preocupación es con el Gobierno Mexicano, quién importa más productos petroleros de los que exporta. Finalmente, está el poder adquisitivo de los trabajadores. Una depreciación los hace tener un menor poder adquisitivo.

El autor es economista y Director de Programa para la Licenciatura en Finanzas de la Escuela de Negocios del ITESM Campus Monterrey.

Correo: rfenton@tec.mx

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