El compliance en las empresas hoy en día dejó de ser una opción y ha empezado a ser más una obligación debido al complejo entorno legislativo en el que nos encontramos, producto de la automatización en los procesos de fiscalización.
Sin embargo, es muy común que las organizaciones consideren que la implementación del “compliance” dentro de las organizaciones es algo complejo y que en su mayoría está por encima de sus posibilidades, es por ello que la PRODECON ha publicado el “Manual de Cumplimiento Tributario 2022″ con el objetivo de ser una “guía” para todos los “contribuyentes”.
Es importante señalar que en el mismo documento se señala que este documento se ha realizado atendiendo a la Norma Mexicana NMX-CC19600-IMNC-2017, esta norma es idéntica (IDT) con la norma internacional ISO 19600:2014 Compliance management systems-Guidelines ed 1 (2014 diciembre) sin embargo es importante puntualizar que esta última perdió vigencia en el año 2021, siendo sustituida por la ISO 37301:2021.
Ahora bien ¿qué es realmente el compliance? El Compliance consiste en la implantación de manera idónea y eficaz de un modelo organizativo que tiene como fin prevenir que la sociedad incumpla alguna normativa concreta. Dicho con otras palabras, consiste en formar un ordenamiento jurídico a medida, en el que se recojan normas tanto externas como internas cuyo objetivo es prevenir y evitar cualquier conducta ilícita” (C&D consultores en riesgos y patrimoniales & Pérez Macías, n.d.) tiene como objetivo prevenir principalmente el daño reputacional de una organización, así también la imposición de importantes multas y sanciones, las pérdidas de negocio por contratos no ejecutables o la exclusión de licitaciones o subvenciones públicas, entre otras dentro de la organización.
Entonces, ¿es suficiente para las organizaciones solo implementar el compliance recomendado en esta guía para poder mitigar riesgos? considera que la repuesta es NO, se ha hecho la referencia del compliance fiscal como una especie de “chek list” de una serie de documentos y tramites que hay que cumplir para evitar alguna contingencia en esta materia, cuando realmente la verdadera tarea en las organizaciones es el de la implementación de un sistema de gestión de compliance, mismo al que se refiere la ISO 37301 una de sus principales características es que tiene un enfoque en el contexto de la organización y se basa en la cultura del cumplimiento como pilar del Sistema de Gestión de Compliance (SGC) mientras que la ISO 19600 solo establece directrices.
¿Cuál es la ventaja de un SGC?
Un SGC, permite que la organización demuestre su compromiso de cumplir con la normatividad, incluyendo los requisitos legales, los códigos de la industria y los estándares de la organización, así́ como los estándares de buen gobierno corporativo, las mejores prácticas, la ética y las expectativas de la comunidad en general.
Expuesto lo anterior se puede concluir que un SGC, nace de la necesidad de ir más allá, ya que con “sólo” cumplir la Ley no basta hoy en día, el compliance debe de implementarse no sólo como un “chek list” de trámites y documentos que tener como “elemento de defensa” ante la autoridad fiscal, más bien lo ideal es la implementación que un sistema de gestión de compliance que nos ayude a tener una visión 360 de la organización.
La autora es Vicepresidenta de la Comisión de Cumplimiento Fiscal del Instituto de Contadores Públicos de Nuevo León A.C.
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