Monterrey

Hiram Peón: La defensa de Heineken

Es la defensa de la libre empresa

El día de ayer AMLO expresó, en su ejercicio de propaganda mañanera, algunos comentarios que señalan expresamente a empresas regiomontanas.

Sus señalamientos apuntan a empresas refresqueras como Arca y a Heineken que produce cerveza.

El presidente López Obrador está desatado. Cree que está hablando con ignorantes de la historia de este país o con desconocedores de las leyes que regulan las relaciones empresas gobierno.

Hay un espacio en el que la autoridad del presidente, del titular del poder ejecutivo, tiene valor y este espacio lo regula la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Cuando menciona que se llevará la producción de cerveza al sureste está hablando como si fuera el dueño de Heineken. Como si hubiera comprado el 51 por ciento de las acciones de la empresa y tuviera la autoridad para definir su destino. No es así.

Este señor nunca ha sido capaz de producir nada, así que no tiene idea de lo que significa una empresa en general y mucho menos una empresa como Heineken, orgullo de los regiomontanos.

Cuando habla del problema del agua en el norte del país habla con desconocimiento de causa. No tiene idea del poder del espíritu de los regiomontanos y de la gente del norte.

Todas las presas y soluciones hidráulicas que tenemos actualmente, las hicimos los regiomontanos a nuestra manera. Cuando han metido la mano los políticos del centro, ha sido solamente para robar. Quiere un ejemplo, el Monterrey VI.

La intervención de López Obrador es indeseable. De este personaje no se puede esperar más que soluciones bizarras equivalentes al aeropuerto de Santa Lucía o aberraciones como el Tren Maya.

El proyecto del Tren Maya pretende hacer correr un tren con una maza de entre 500 y 700 toneladas, sobre un terreno calcáreo que contiene miles de cavernas y cenotes subterráneos. Este peso en movimiento, más la vibración que provoca, terminará con el sistema de acuíferos y ríos subterráneos de la península.

Bueno, esta información la conoce López Obrador, es solo que no le importa. No le importa el país, no le importan las personas, no le importan las empresas, no le importan los sistemas ecológicos, no le importa nada.

Ahora Heineken tiene una dura tarea por delante, para reponerse del daño reputacional provocado por los comentarios de López Obrador.

Las intenciones de López Obrador parecen ser, dejar como legado, un estado donde se han borrado los límites. Un presidencialismo más poderoso que lo que nunca soñó el partido revolucionario institucional (PRI). De nosotros, los ciudadanos, depende detener el avance de este gobierno aberrante y tiránico.

Volviendo al caso de Heineken, me parece que las palabras de López Obrador deben de tomarse con cautela. No hay manera de saber qué tan lejos puede llegar con sus balandronadas, no se puede prever una solución viable.

En realidad, sus palabras no son más que una amenaza difícil de cumplir pues no está bajo su competencia prohibir el uso del agua en la empresa dado que se tienen permisos que no se pueden cancelar sin un soporte jurídico.

Además, la empresa se puede amparar ante cualquier intento de intervención por parte del ejecutivo federal.

Entonces ante un personaje con tal cantidad de poder ¿cuál podría ser la defensa?

En mi muy humilde opinión la defensa tendría que incluir dos estrategias: la defensa de la empresa Heineken en sí misma, desde el punto de vista jurídico. Esto implica valorar el nivel de certidumbre, esto es, qué tan posible es lo que dijo y qué tan probable es que lo pueda cumplir.

La segunda línea de acción sería la defensa de la libre empresa, que en realidad sería tratar de establecer una barrera de contención, de todas las empresas, ante las balandronadas de un presidente al que solo le quedan dos años y algo más en el poder.

En esta estrategia tienen mucho que ver las organizaciones empresariales como Coparmex, Caintra, Canacintra y el Consejo Coordinador Empresarial.

¿Recuerda usted la película El Padrino? El que le venga a proponer que le dé dinero a AMLO para detener sus balandronadas, ese es el traidor.

La corrupción no es la solución. La verticalidad de los principios de libertad de empresa es, y siempre ha sido, la fuerza de los empresarios regiomontanos. No es el momento de claudicar.

Mantengamos la esperanza. Hasta la próxima.

El autor es experto en comunicación corporativa y situaciones de crisis. Cuenta con un MBA del ITESM

Contacto:

Mail: hirampeon@gmail.com

Twitter: @Hirampeon

Hiram Peón

Hiram Peón

Politólogo de la Universidad Autónoma de Chihuahua con Maestría en Administración de Negocios del Tecnológico de Monterrey. Consultor de negocios y estrategias de comunicación.

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