Monterrey

Patricio Morelos: La corbata de AMLO

Oficialistas y opositores discutieron sobre lo buena y lo mala que fue la visita

El presidente López Obrador visitó Washington para reunirse con el mandatario de los Estados Unidos, Joe Biden. Y como sucede semana con semana, oficialistas y opositores discutieron sobre lo buena y lo mala que fue la visita.

¿Qué le reclamó la oposición? Que su corbata estaba larga y mal anudada, que al sentarse su postura estaba encorvada, que el presidente Biden no lo recibió en la puerta de la Casa Blanca, que su visita no es considerada una visita de estado sino una visita de trabajo, que en lugar de reunirse con lobbistas estadounidenses, convivió con mariachi y acudió al monumento a Martin Luther King, que en lugar de hospedarse en una residencia oficial, se hospedó en un hotel de tres estrellas. Y podríamos seguir, y seguir y seguir.

Y ojo, no quiero decir que la diplomacia no sea importante para el desarrollo de las relaciones entre naciones, por supuesto que lo es, pero creo que a estas alturas de su gobierno, la oposición debería de tener claro que ni al presidente ni a sus simpatizantes más fieles les preocupan cada uno de esos temas.

No importa si la corbata es de seda o de algodón, si el traje es hecho a la medida o fue comprado en una tienda departamental, el interés de AMLO se centra en comunicarle a su base de votantes que está trabajando para ellos.

¿Cuáles fueron sus mensajes? Que en todo momento se sintió respaldado por sus “paisanos”, que nunca dejará de trabajar en beneficio de su pueblo y que “amor con amor se paga”. Ese es el resumen de la reunión con el hombre más poderoso del mundo.

Defender a los migrantes, promover la colaboración y el desarrollo, generar inversiones en beneficio de las familias. De eso nos habló López Obrador, aunque no queden claras las acciones concretas.

La pregunta sería, independientemente de tu simpatía política, ¿qué discurso es más poderoso? ¿El que nos plantea la oposición o el del presidente? Entonces, ¿por qué seguimos discutiendo sobre eso? Para que la oposición pueda recuperar a ese segmento de votantes que perdió ante el presidente, tiene que entender qué significa el simbolismo detrás de AMLO, a quién le habla, cómo les habla y qué quiere lograr.

Porque su narrativa actual le habla a un segmento minoritario de la sociedad, mientras que López Obrador le habla a una mayoría que se siente identificada con sus “muy cuestionadas” formas.

La oposición tiene que empezar a pensar menos como un votante opositor y más como un votante obradorista. Claro, si es que el objetivo es ganar.

No. No se trata de la corbata de AMLO.

Patricio Morelos

El autor es Maestro en Comunicación Política y Gobernanza Estratégica por The George Washington University. Profesor universitario en el Tecnológico de Monterrey y socio de Poligrama. Lo puedes encontrar en twitter como @patomorelos.

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