Monterrey

Fernando Luna: ¿Y las MIPYMES?

Si cuidamos y procuramos a las MIPYMES, velamos también por la generación de empleo, el dinamismo en la economía y el crecimiento sólido de nuestro país

Aunque las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) son el motor que sostiene México y resaltan en los discursos de las autoridades, han sido descuidadas desde todas las trincheras por las instituciones públicas. Es urgente cuidarlas para proteger el desarrollo de nuestro país.

Las Naciones Unidas establecieron el 27 de junio de cada año como el Día Mundial de las MIPYMES, porque a nivel global se reconoce que los pequeños negocios producen la mayor cantidad de empleos, bienes y servicios.

Y aun cuando han sido dañadas por la pandemia y la guerra, en México la contribución de las MIPYMES ha sido trascendental. Representan alrededor del 99.8% de los negocios, es decir, unas 5.5 millones empresas, de acuerdo con el Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas del INEGI a mayo de 2022.

Todos los días, sin reconocerlo, usamos los bienes y/o servicios producidos por las MIPYMES, que generan cerca del 45% de las ganancias del país, empleando al 70% de la población económicamente activa según el Censo Económico 2019 del INEGI.

Es urgente un respaldo gubernamental, privado y de la sociedad para estos negocios que suelen destacar en los informes en materia económica, pero que en los hechos pocas acciones se han instrumentado con relevancia para llevarlas a ser más sólidas pese a las circunstancias a su alrededor.

A nivel nacional se instrumentaron los llamados “créditos a la palabra” de 25 mil pesos, y a nivel local el Gobierno de Nuevo León lanzó un programa agresivo de capacitaciones y asesorías para profesional a las MIPYMES.

Estas medidas son positivas pero insuficientes, ante una estanflación, con tasas de interés que pasaron del 6 al casi 8%, inflación que supera el 7% y un crecimiento económico anual de menos del 1%.

En medio de esta coyuntura de estanflación, donde la inflación está en aumento y el crecimiento está estancado en el país, las MIPYMES necesitan del apoyo de todos los sectores para no quedarse en el camino, como les ha pasado en muchas ocasiones, perdiendo inversiones y recortando fuentes de empleo porque no les alcanza para “las rayas”.

Sus niveles de planeación y reacción son bajísimos, ya que, en su mayoría, sobreviven resolviendo las dificultades del día y factores externos que en ocasiones desconocen. O a veces suelen mejor desaparecer con enormes deudas.

Y no solo eso, saben y reconocen (como se ha expuesto en el último censo económico) que la inseguridad, el costo de los servicios públicos, los altos impuestos, el exceso de requisitos gubernamentales para operar, el aumento de los insumos de la materia prima, y la competencia desleal se colocan cada día como obstáculos en su camino para convertirse en empresas sólidas.

Prueba de ello es que el 62.6% de los establecimientos económicos no son formales, mientras que el 37.4%, sí lo son.

Ante este panorama, desde la Asociación Nacional de Empresarios Independientes (ANEI) sentimos que no se está prestando la atención y la importancia que merecen los micro, pequeños y medianos negocios que cada día luchan por salir adelante en México.

¿Por qué no mejor crear oportunidades desde todas las trincheras para cuidarlas y proteger el empleo que brindan?

Ha sido en decenas de foros que especialistas y analistas han coincidido por años en reducir los trámites para la creación de empresas, han pugnado por que se les brinde acceso a tasas competitivas y accesibles para la inversión, así como también que se les brinden herramientas para hacerle frente a los retos económicos, pero hasta hoy no se ha logrado un apoyo contundente.

¿Por qué seguimos asumiendo que los negocios deben enfrentar las complejidades solos?

¿No sería mejor dotarles de herramientas a los negocios en desarrollo y seguir encontrando formas para que sigan impulsando la economía de México?

Si cuidamos y procuramos a las MIPYMES, velamos también por la generación de empleo, el dinamismo en la economía y el crecimiento sólido de nuestro país.

Sé que muchas micro, pequeñas y medianas empresas resolverán los desafíos con tenacidad y en contra de todo pronóstico, pero es momento de levantarnos para decirles que no están solos y que podemos ayudarles a encontrar una solución a las adversidades que presenten.

Pongamos a las MIPYMES en el centro de la conversación, las necesitamos para luchar en favor de la economía.

*El Autor es empresario y Presidente de la Asociación Nacional de Empresarios Independientes, A.C.

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