Monterrey

Hiram Peón:La tolerancia y la colaboración enriquecen a la comunidad

La actividad ciudadana NO RELEVA de su obligación a las autoridades de Monterrey

La semana pasada comentamos un poco sobre el modelo de Habermas, Jürgen Habermas, filósofo alemán impulsor de la democracia deliberativa.

Decíamos que el modelo se basa principalmente por la existencia de tres esferas de influencia. La comunidad, la autoridad y el mercado. La esfera donde surge la influencia del gobierno, la autoridad, o la estructura jurídica que regula la vida civilizada, permite la adopción de los procedimientos colectivos de toma de decisiones. Y es la participación activa de todos los potencialmente afectados por tales decisiones, lo que establece el principio de la deliberación colectiva.

Pero no debemos olvidar que la acción organizada de los ciudadanos NO RELEVA de la obligación de las autoridades de proteger y servir. Y peticiones, de la autoridad encargada de apoyar a la comunidad, como por ejemplo obligar a los ciudadanos de exhibir el pago del predial para obtener el apoyo del municipio que preside Colosio, es totalmente inmoral.

Es en este espacio, donde se forma la opinión pública, surgen ideas como las acciones inmorales del gobierno de Colosio, ahí todos los días, se presentan multitud de opiniones, muchas de ellas contradictorias.

Recientemente participé en la formación de una mesa directiva comunitaria, en un polígono que agrupa a más de 400 familias, en el quinto sector de cumbres.

Resulta muy aleccionador saber que este grupo integrado por muchos profesionistas, de todas las edades, pero principalmente mayores de 50 años, se podría decir que son personas educadas o cuando menos con una formación cívica y ciudadana.

En este polígono, que está situado a escasos metros de Hipermart Cumbres y del Corporativo de Soriana, pero que también colinda con Valle Verde, hemos vivido, en el pasado, muchas acciones violentas.

Aquí fue, en el parque hundido, donde el ejército mexicano cercó a un grupo de delincuentes del crimen organizado y los enfrentaron con armas durante mas de tres horas, ninguno de los delincuentes sobrevivió. Ahí fue también donde, al día siguiente de la balacera, un joven levantó del suelo una granada armada, la que le explotó hiriendo todo su cuerpo.

Bueno, este polígono, está ahora siendo asolado por un grupo de delincuentes que recorre las calles tratando de abrir las puertas de los carros que están enfrente de las casas. En este lugar ocurren intentos de robo, se podría decir que tres veces por semana.

En las calles se tienen decenas de cámaras que graban cómo, a las tres de la madrugada, estos delincuentes recorren las calles buscando que robarse o que llevarse. Lo hacen la noche anterior a que pasen los camiones de la basura o sea la madrugada del domingo, del martes y del jueves, porque si los detiene la policía alegan que están recogiendo basura reciclable.

Cuando se formó la mesa directiva, acudimos mas de ochenta personas y pudimos escuchar el testimonio de una vecina que sufrió un intento de robo en el que el delincuente rompió la cadena que había en la entrada y fue sorprendido en el interior de la vivienda. El testimonio de la víctima, describió la confrontación con el delincuente y cómo este escapó dejando detrás su “equipo de trabajo” que finalmente se llevó la policía.

Se preguntará porque le estoy contando todo esto. Mi intención es muy simple.

Mostrar que la organización de los vecinos de una colonia, o de un sector, es tan efectivo, en la misma medida como lo sea la tolerancia y la colaboración de los participantes.

Se alcanzan las metas en la misma medida en que la mayoría entienda que el bien común no se forma con las ideas del que más grita, ni con las ideas de la más grosera.

Tolerancia porque cuando se confrontan las ideas es muy fácil dejar salir el ego y ser despótico, grosero y soberbio. Cuando eso sucede entramos en un impasse difícil de romper y que termina con la fragmentación del grupo.

Tolerancia es la clave. Tolerancia a las pequeñas acciones, pero también a las ideas contrarias a las nuestras. El acuerdo de la mayoría puede ser protegerse, pero es la opinión y la colaboración de la mayoría, lo que enriquece a la comunidad.

No podemos ignorar a nadie, tenemos que crear los espacios que permita la participación de todos.

Las empresas pueden ignorar a la comunidad, pero la autoridad no puede ignorar lo que afecta a la comunidad.

Mantengamos la esperanza. Hasta la próxima.

El autor es experto en comunicación corporativa y situaciones de crisis. Cuenta con un MBA del ITESM

Contacto:

Mail: hirampeon@gmail.com

Twitter: @Hirampeon

Hiram Peón

Hiram Peón

Politólogo de la Universidad Autónoma de Chihuahua con Maestría en Administración de Negocios del Tecnológico de Monterrey. Consultor de negocios y estrategias de comunicación.

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