Monterrey

Pablo Pérez: Sin rumbo económico

Las expectativas de crecimiento económico para México siguen bajando

Históricamente, el incremento de tasas de interés que anunció hace unos días la Fed en Estados Unidos ha significado una declaración de guerra a la inflación que no cede en aquel país, alimentada por incrementos sustanciales en la demanda de bienes y servicios que se permiten tras un conjunto de medidas de apoyo muy generosas y a un amplio conjunto de complicaciones para la producción y distribución de bienes a lo largo de cadenas globales de valor. De hecho, muchos de estos excedentes presupuestarios en familias han llegado al país vía remesas, las cuales han roto todos los pronósticos durante los meses de pandemia.

Esto evidentemente ha significado una serie de ajustes en todos los demás mercados, entre ellos el nuestro, donde se ha pronosticado también una subida de tasas de la misma magnitud que nuestro vecino del norte. Este ajuste se sabrá cuando usted lea esta nota, y se sumará a una serie de incrementos de tasas de interés en nuestro país, que incluso habrá superado el nivel prepandemia.

En materia financiera, ha significado el desplome de diversos activos alternativos, entre ellos las criptomonedas, las cuales si bien tienen un muy alto componente especulativo y son sujetas a duras e innumerables críticas por la inexistencia de activos para sostenerlas, su caída evidencia las expectativas negativas sobre el desempeño futuro de las economías.

Mientras esto ocurre, las expectativas de crecimiento económico para México siguen bajando, en voz de todos los analistas, menos para ya saben quién. Hace varios meses las expectativas rondaban el 5 por ciento para este año y hoy se ubican por debajo del 2 por ciento. Y si bien el panorama complejo no solo es para nuestro país, si destacamos por la inacción y por buscar culpables en cualquier lado.

Con ello, nuevamente el panorama luce por demás complejo para millones de familias que sumarán cuatro años cuesta arriba en materia económica y para quienes la esperanza de una mejora solo ha quedado en promesas de campaña y mensajes reiterados de una transformación de nuestra sociedad y nuestras instituciones sin que ello se logre percibir. Aunque en diversos indicadores el nivel de empleo haya aumentado, eso no significa que los ingresos de las personas hayan mejorado, ni que su condición económica haya superado la pobreza, en sus diferentes niveles.

A cambio, cada vez más personas son beneficiarios de algún apoyo público, que lejos de considerarse un éxito, bien debería considerarse un fracaso contundente, pues la dependencia cada vez mayor del erario solo compromete mayores proporciones de recursos fiscales y les ofrece aún mayor riesgo a los propios beneficiarios ante el freno de la economía y la menor recaudación.

Pero el interés de las autoridades ya no es la recuperación económica, ya no es el crecimiento ni la lucha contra los males de este país. El interés, los recursos y los objetivos están puestos en la sucesión presidencial y en las acciones que puedan darse en esa dirección. Esto ha sido claro al lanzar el partido gobernante un conjunto de reglas para definir dentro de un año a su candidato(a) y no han dejado pasar la oportunidad los aspirantes para comenzar con estrategias de comunicación diferentes hacia la sociedad, incluso ofreciendo su propio teléfono móvil para contestar mensajes por Whatsapp y espacios en Facebook Live.

Estos meses que demandan la mayor dedicación para atender los asuntos de la sociedad en materia económica, en materia social y en las relaciones internacionales, nuestras autoridades están preocupadas por la oposición, por ganar las elecciones en dos estados más para el 2023 y la sucesión un año después. También están preocupados por la inclusión de todos los países en la Cumbre de las Américas, aunque haya una regla clara del anfitrión; nos preocupa la salud y el futuro de Assange, aunque hayamos recibido comunicados desde Estados Unidos y Europa sobre la preocupación de la seguridad del trabajo de periodistas en nuestro país. El mundo al revés.

El autor es profesor de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México. Su correo es: pablo.pereza@tec.mx

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