Monterrey

Miguel Moreno Tripp: ¿Aterrizaje forzoso?

Los ciclos económicos generalmente se ven como fluctuaciones en torno a la tendencia de crecimiento de mediano y largo plazo de una economía

Después de 2 años de pandemia -todavía no terminamos de salir- muchos países redujeron su tasa objetivo a mínimos históricos (aunque realmente los mínimos históricos habrían sido cuando experimentado con tasas negativas). La reducción de la tasa objetivo -a niveles cercanos a cero, pero no negativos-, claramente fue para estimular la economía en una época que pocas veces se ha presentado en la historia de la humanidad: las pandemias.

La más mortífera en la historia de la humanidad fue la plaga bubónica entre 1347 y 1351, estimándose 200 millones de personas fallecidas, básicamente en Europa. Sigue la viruela (small pox) matando a un 90% de los nativos americanos y a nivel mundial a 56 millones de personas para el año 1520. La fiebre española mato entre 40 y 50 millones de personas entre 1918 y 1919. Otra, no tan mencionada, fue la Plaga de Justiniano que mató entre 30 y 50 millones de personas entre el 541 y 542. Adicionalmente, en un contexto más reciente, no ha pasado tanto tiempo desde la última gran crisis del 2008-2009 que ocasionó no solo la caída de la actividad económica, sino una recuperación tardada.

Como dijera el clásico: Y Ustedes, ¿qué hubieran hecho? El no endeudarse para que los enemigos políticos no atacaran, costó el cierre de 1 millón de empresas y creó 3 millones de desempleados.

De acuerdo con el CFA “Un ciclo económico consta de cuatro fases: valle (mínimo), expansión, pico (máximo) y contracción. El período de expansión ocurre después del mínimo de un ciclo económico en el valle y antes del pico y la contracción es el período después del pico y antes del valle. [La bajada después del máximo para llegar al valle].

Durante la fase de expansión, la actividad económica agregada está aumentando (se utiliza el concepto de agregado porque puede ser que algunos sectores económicos individuales no crezcan). La contracción, a menudo llamada recesión, que puede llegar a llamarse depresión cuando es excepcionalmente grave [como la de los años 30′s en Estados Unidos], es un período en el que la actividad económica agregada está disminuyendo (aunque, por el contrario, algunos sectores individuales pueden crecer). Los ciclos económicos generalmente se ven como fluctuaciones en torno a la tendencia de crecimiento de mediano y largo plazo de una economía, por lo que puntos como picos y valles se consideran en relación con el ciclo”.

En cuanto a la actividad económica, nos dice el CFA, “las medidas de la actividad económica muestran descensos en términos absolutos.” En lo relativo al empleo: “Las empresas primero reducen las horas pagadas y congelan nuevas contrataciones para después llevar a cabo despidos. El desempleo aumenta.” Otros dos aspectos clave para el crecimiento económico, que vienen siendo consecuencia de los anteriores, son el gasto de los consumidores e inversión en las empresas: “los recortes aparecen más en la producción industrial, la vivienda, los bienes de consumo duraderos y la inversión en equipo, seguidos, con retraso, por recortes en otras formas de inversiones de capital.”

Ciertamente “la inflación se desacelera, pero con un cierto rezago”, que es a final de cuentas la obligación constitucional en el caso de Banxico. Utiliza, como mecanismo principal, el incrementar la tasa objetivo. Sin embargo, hay un delicado balance entre el controlar la inflación sin que se presente una recesión: ese es el aterrizaje que tiene en vilo a los mercados.

Ojalá que los políticos no quieran aprovecharse del control de la inflación para sus objetivos personales o partidistas, ni se use como una más de las tantas cortinas de humo de los últimos tiempos.

COLUMNAS ANTERIORES

Ratifican a Arca Continental calificación crediticia
Gabriel Heredia: Una visión sobre los resultados del REPSE desde septiembre del 2021 a la fecha

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.