Aunque usted no lo crea, el próximo año tenemos elecciones en México. Después de la elección más grande en la historia del país, la del 2021, con sus miles de spots, anuncios publicitarios y propuestas, los partidos políticos volverán a salir a las calles para conseguir el voto de los ciudadanos.
Aguascalientes, Hidalgo, Durango, Oaxaca, Tamaulipas y Quintana Roo renovarán sus gubernaturas, además de que en Durango se elegirán también presidencias municipales y en Quintana Roo, diputaciones locales.
Los números de las últimas encuestas de Poligrama nos indican que al día de hoy, Morena ganaría al menos 5 de 6 gubernaturas, con excepción de Aguascalientes que se la llevaría el PAN en su alianza con el PRI y el PRD.
Pero el objetivo de esta columna no es analizar uno por uno los estados, sino identificar algunas reflexiones que van a definir el rumbo de las próximas elecciones.
Hay que empezar con el favorito, que es Morena. La marca partidista está por encima de cualquiera de sus posibles candidatos, por lo que en algunos estados lo complicado no es ganar la elección, sino conseguir la candidatura.
Y es en esa lucha por las candidaturas, que los diferentes aspirantes entran en una guerra para ver quien es el mejor, o bien, quien es el menos peor y así poder abanderar al partido del presidente. Su principal competencia son ellos mismos y sus problemas internos, por lo que lo mejor que podrían hacer es definir a sus candidatos y candidatas a la brevedad y darle solidez al partido.
Para el PAN-PRI-PRD las cosas son muy distintas: van por un segundo round esperando salir con vida. La alianza no se puede permitir otra derrota contundente, por lo que conformarse con ganar Aguascalientes sería anticipar su fracaso en el 2024.
La marca Va por México no da por sí sola para ganar, pero eso merece otra columna, a estas alturas su mejor y única opción es buscar a los mejores rostros para competir contra Morena.
Cuando hablamos de los mejores rostros no se trata de las personas más cercanas a las dirigencias de los partidos, hablamos de personajes conocidos, con liderazgo, pero sobre todo con honestidad que es uno de los principales elementos que los ciudadanos están exigiendo. Para decirlo más fácil: la gente no quiere a los mismos de siempre, por los que prefirieron votar a Morena en el 2018.
La tercera opción de la que tenemos que hablar es de Movimiento Ciudadano, un partido que ha crecido lento pero seguro. Es una marca amigable desde su discurso e imagen, que ha logrado convencer a votantes que no simpatizan con Morena y López Obrador, pero que están decepcionados de la alianza PRI-PAN-PRD.
La experiencia nos dice que pueden ser muy competitivos en los estados en los que se lo proponen, como es el caso de Jalisco, Campeche o Colima y por supuesto nuestra casa Nuevo León, con Samuel García y Luis Donaldo Colosio.
Los números nos dicen que, por ejemplo, serían la segunda opción política en Quintana Roo de llevar al empresario y actor Roberto Palazuelos como su candidato.
No podemos cerrar sin hablar del tema de género. La ley nos dice que al menos deberán de ser postuladas 3 mujeres, sin embargo, cuando revisamos las listas de aspirantes vemos muy pocos nombres.
Y no se trata de llevar a mujeres para cumplir con la ley aunque pierdan, se trata de verdaderamente fortalecerlas, darles el voto de confianza y que gobiernen. Ahí está la diferencia entre decir y hacer.
Sí, México tendrá elecciones el próximo año, y aunque en nuestros estados no vayamos a votar nada, tenemos que estar pendientes de las designaciones de los candidatos, del desarrollo de las campañas y por supuesto de los resultados. Resultados que van a marcar un segundo aviso rumbo al espacio que todos buscan, la renovación presidencial del 2024.
El autor es Maestro en Comunicación Política y Gobernanza Estratégica por The George Washington University. Profesor universitario en el Tecnológico de Monterrey y socio de Poligrama.