Monterrey

Pedro Trejo: Agencia Nacional de Aduanas: ¿Decrépita y ultra-recaudadora?

Solo quiero pedir que no regresemos al pasado.

El nacimiento, florecimiento y desarrollo de las Aduanas se encuentra estrechamente vinculado con el surgimiento del intercambio de productos básicos y de bienes culturales, desde las más antiguas civilizaciones, culturas o pueblos, hasta la formación de naciones o ciudades estado o países cómo hoy conocemos. A lo largo del devenir histórico las Aduanas han tenido la función de control del flujo y de seguridad de las mercaderías siendo estas sus funciones más naturales. Las Aduanas son instituciones más antiguas que la “División de Poderes” y los conceptos de “Estado” o “Soberanía”.

En México la Aduana tiene un rol preponderante para la fiscalización de las mercaderías y en consecuencia para la economía y la salud, pero también resultan relevantes sus funciones de seguridad nacional. Hoy resulta valioso definir correctamente las nuevas funciones sustantivas que tendrán las Aduanas bajo la dirección de la nueva Agencia Nacional de Aduanas (ANAM), pues la Aduana moderna ya no se limita únicamente a controlar y revisar física y documentalmente las mercancías. Lo más notable, es que las Aduanas se ha convertido en un instrumento facilitador y de fomento al comercio exterior, lo que nos permite afirmar que la Aduana evoluciona al igual que lo hacen las tecnologías, la informática, las comunicaciones, los transportes, los sistemas de producción y comercialización, eficientado y mejorando sus formas y métodos de operación, pero que continua como una unidad administrativa del gobierno, y que tiende a privatizarse en aquellas funciones periféricas a su funciones sustantivas.

Con la apertura comercial de México a mitad de la década de los 80′s, y con los Tratados Comerciales suscritos, surgió la necesidad de desregular y agilizar las operaciones aduaneras dentro de un modelo económico basado en el fomento a las exportaciones. Empero, es hasta el 2000 cuando prácticamente surge una nueva función de las Aduanas mexicanas: la “Facilitación Aduanera”. Asimismo, en los primeros años de la década del 2000 se hicieron modificaciones tecnológicas trascendentes en la operación aduanera, así como a procedimientos e instituciones aduaneras “viejas” que tienen sus antecedentes en las Leyes Aduaneras de 1930 y 1935, en el Código Aduanero de 1951 y en la Ley Aduanera de 1981, hasta llegar a la Ley Aduanera actual vigente a partir de abril de 1996.

Con esto demuestro que en este Siglo XXI las Aduanas están cambiando su función principal de recaudación de contribuciones al nuevo rol de apoyo al comercio exterior cobrando gran importancia esta reciente actividad, pues el comercio global y los importadores y exportadores se vuelven cada vez más exigentes en la eficiencia y rapidez de los trámites aduaneros por el costo económico que representa la tardanza del despacho, la corrupción, el almacenaje y la acumulación de inventarios, así como por los requerimientos del “just in time” con el que se manejan infinidad de empresas que buscan ahorrar dinero, tiempo y ser más eficientes.

Solo quiero pedir que no regresemos al pasado y que la ANAM no nazca decrépita, obsoleta o ultra-recaudadora; que realmente sí sea un facilitador moderno del comercio exterior y de las empresas. ¿Qué opinas?

DR. EN DER. PEDRO TREJO VARGAS

Asesor del comité de Comercio Exterior de index Nuevo León

servicios@indexnuevoleon.org.mx


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