La cocina de La Casa de los Famosos México se convirtió en el epicentro de un inesperado debate culinario: ¿se debe o no lavar el pollo antes de cocinarlo?
Todo comenzó cuando los usuarios escucharon a Dalilah Polanco, actriz de La Familia P.luche, declarar que ella no enjuaga el pollo crudo.
Su comentario dividió opiniones en el público, incluso Rafa Carbajal, famoso ingeniero Bioquímico y creador de contenido, reaccionó en sus redes sociales. Te contamos qué dice la ciencia.
¿Lavar el pollo es una práctica peligrosa?
Rafa Carbajal aplaudió que Dalilah Polanco abriera el debate: “La ciencia la respalda: No laves el pollo crudo antes de cocinarlo”, apuntó el experto en X.
De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), ese es uno de los errores más peligrosos en la cocina doméstica. Al hacerlo, se pueden esparcir bacterias como Salmonella, Campylobacter o Clostridium perfringens.
“Cuando enjuagas pollo crudo, el agua recoge ‘jugos de pollo’ y todas las bacterias en ellos”, explica la dietista registrada Beth Czerwony a Cleveland Clinic. “Puedes contaminar el fregadero, encimeras, cuchillos… todo lo que esté en la zona de salpicadura”.
Bachoco, marca muy popular en México, coincide en que la carne de las aves podría contaminar incluso alimentos listos para comerse (lechuga, jitomate, etc.) si se encuentran cerca de la zona de preparación. A esto se le llama contaminación cruzada.
¿Qué pasa si lavas el pollo? Riesgo de intoxicación alimentaria
Lavar el pollo no lo desinfecta. La Secretaría de Salud y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha alertado sobre este hábito tan arraigado en el país que podría causar infecciones estomacales y aumenta el riesgo de intoxicación alimentaria.
“En su tracto digestivo, el pollo puede portar bacterias como Campylobacter, Salmonella o Staphylococcus aureus. Aunque estas no lo enferman a él, pueden provocar infecciones estomacales en humanos si contaminan los alimentos o si la carne se consume mal cocida", apunta la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM.
Czerwony agrega: “El pollo es una excelente fuente de proteínas y una opción nutritiva para comer. Para obtener estos beneficios en lugar de intoxicarse, tenga cuidado con el pollo en la cocina y asegúrese de que esté bien cocido antes de comerlo.
Según la BBC, algunas personas pueden enfermarse por algunos días por una intoxicación alimentaria (la causa más común de la ‘diarrea del viajero’), pero algunas investigaciones relacionan a la bacteria Campylobacter con el síndrome de intestino irritado y el síndrome de Guillain-Barré.
¿Cómo desinfectar correctamente el pollo?
Tanto Cleveland Clinic, como la CDC, la UNAM, el USDA y Bachoco coinciden en lo mismo: la única forma segura de eliminar las bacterias del pollo es cocinarlo completamente. Basta con cocerlo a una temperatura adecuada (74 °C), lo cual mata todos los gérmenes.
“Cualquier preocupación que pueda tener sobre las bacterias desaparecerá antes de que el pollo llegue al plato”, afirma Czerwony.
El USDA aclara que sumergir el pollo en soluciones con sal o vinagre no tiene ningún efecto sobre la inocuidad del producto, y solo debería hacerse por preferencia de sabor, pero siguiendo estrictas medidas de higiene durante y después del proceso.
Si buscas reducir los jugos del pollo crudo, Cleveland menciona que puedes “secarlo suavemente con una toalla de papel”, la cual debes desechar sin tocar superficies y desinfectar lo que pueda estar en contacto con estos. “Nunca use jabones ni detergentes sobre el pollo crudo, ya que los químicos pueden hacer que no sea seguro comerlo”, agrega.
¿Cómo se debe manipular el pollo crudo en casa?
Los expertos comparten estas recomendaciones para manejar el pollo de forma segura, sin necesidad de lavarlo:
- No laves el pollo crudo bajo ninguna circunstancia, menos con jabones.
- Cocina el pollo a 74 °C o hasta que no haya jugos rosados ni carne cruda en el centro.
- Lávate las manos con agua y jabón antes y después de manipularlo.
- Usa una tabla de cortar y utensilios exclusivos para carnes crudas.
- No mezcles alimentos crudos con alimentos listos para comer.
- Desinfecta todos los utensilios, fregaderos y superficies que hayan tenido contacto con el pollo o sus jugos.
- Compra en lugares certificados, por ejemplo, con sello TIF.
- Si lo secas con toalla de papel, deséchala de inmediato sin tocar otras superficies.
- Guarda el pollo en la parte más baja del refrigerador o congelador, para evitar que los jugos escurran sobre otros productos.
Además, Rafa Carbajal da otro tip: “No compres pollo sin refrigerar, expuesto al calor y que todo mundo agarra con la mano. Es un all inclusive de microbios”.
