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Aceite de girasol, soya o canola: ¿Cuál es el más saludable?

Girasol, soya y canola son algunos de los aceites más populares en los supermercados, ¿pero alguno es mejor para tu cuerpo? Estas son sus diferencias.

Dentro del multiverso de los aceites para cocinar, se encuentran algunos como el de girasol, soya y canola que pueden tener algunos beneficios para el cuerpo, son algunos de los más comunes en el supermercado, ¿pero cuál de estos 3 es el mejor para el cuerpo?

Los aceites son un tipo de ingrediente que se diferencia por el alimento del que salieron, se componen en su mayoría de grasas, por lo que existen algunos más dañinos que otros.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, las grasas no saturadas (presentes en pescados, aguacates, frutos secos y en los aceites de girasol, soya, canola y oliva) son preferibles a:

  • Grasas saturadas (carne grasa, la mantequilla, el aceite de palma y de coco, la nata, el queso, la mantequilla clarificada y la manteca de cerdo)
  • Grasas trans producidas industrialmente (en pizzas congeladas, tartas, galletas, pasteles, obleas, aceites de cocina y pastas untables)
  • Trans de rumiantes (carne y los productos lácteos de rumiantes).

Los aceites vegetales que tienen una estructura química de ácidos grasos insaturados, monoinsaturados o poliinsaturados que les da su consistencia líquida y es benéfico para el cuerpo; sin embargo, la diferencia entre estos es el ‘punto de humo’ que contiene cada uno.

“Al elegir un aceite de cocina, lo primero en lo que solemos pensar es en los tipos de grasas que contiene, pero a menudo olvidamos tener en cuenta el punto de humo, o la temperatura a la que el aceite deja de ser estable”, explicó la especialista Gillean Barkyoumb en una conversación con Eat this, not that.

Aparte de este rango de temperatura en el que se evaporan los aceites, se tienen que considerar los valores nutricionales de cada uno para señalar el que podría ser más saludable.


Si estás considerando en cambiar tu aceite de cocina por uno de girasol, soya o canola, te contamos cuál podría ser el más saludable para la preparación de tus alimentos.

Beneficios del aceite de girasol

El aceite de girasol, como lo indica su nombre, proviene de las semillas de la flor amarilla. De acuerdo con el sitio especializado de Web MD, este tipo contiene grandes cantidades de ácido graso beneficiosas para el cuerpo.

Web MD señala que algunos de los efectos benéficos del uso de este tipo de aceite incluyen un menor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y la disminución del colesterol malo.

A pesar de sus efectos positivos, Healthline señala que este tipo de aceite, en comparación a otros como el de aguacate, no es del todo estable al cocinar.

Es decir, a las temperaturas en las que se cocinan algunos alimentos, esta versión de girasol se descompone rápidamente, a partir de los 180 grados Celsius, y produce químicos que pueden dañar al cuerpo.

Es un tipo de aceite que contiene grandes cantidades de omega 6, un tipo de ácido graso que en exceso aumenta el riesgo de padecer diabetes y un aumento en la presión arterial.

Beneficios del aceite de soya

Según Healthline, la versión de soya pertenece a la familia de aceites vegetales que se obtiene de una planta de nombre homónimo.

Al igual que la versión que proviene de las semillas de girasol, el aceite de soya también es una fuente de omega 6 que, al consumirse en exceso, puede presentar un riesgo para el organismo.

Aunque también cuenta con varios beneficios como:

  • Promueve la salud de la piel
  • Puede reducir los niveles de colesterol
  • Contiene ácidos grasos benéficos para el cuerpo

El mayor beneficio de este aceite es que tiene un alto ‘punto de humo’, alrededor de 230 grados Celsius, esto quiere decir que el tipo de soya aguanta altas temperaturas antes de descomponerse en químicos que pueden dañar la salud.

Beneficios del aceite de canola

Healthline comenta que el aceite de canola también pertenece al universo de los vegetales y es originario de Canadá, pero tiene la particularidad de provenir de las semillas de un cultivo llamado colza que atraviesan un proceso llamado hidrogenación.

Esta elaboración resulta en un tipo de aceite con grandes cantidades de grasas trans que son asociadas con problemas del corazón y un mayor riesgo a padecer diabetes. Aunque también contiene altas cantidades de Omega 6.

El portal de Healthline explica que la elaboración del aceite de canola también involucra que se exponga a varios tipos de químicos, hasta la fecha no hay suficientes estudios sobre sus posibles efectos o beneficios para la salud.

Al igual que el de soya, este tipo de aceite contiene un alto ‘punto de humo’, pero debido a sus propiedades, Healthline comenta que al utilizarse para freír el ingrediente de canola pierde ácidos grasos que favorecen al corazón.

¿Cuál aceite vegetal es mejor: canola, soya o girasol?

Harvard Health Publishing señala que siempre es mejor optar por aceites vegetales por sus pocas cantidades de grasas saturadas y su contenido en ácidos grasos, por lo cual cualquiera de estos tres puede formar parte de una alimentación sana.

Sin embargo, la versión de soya contiene un mayor ‘punto de humo’ lo que lo convierte en uno de los más saludables para cocinar sin que se descomponga en químicos dañinos.

En un artículo de UNAM Global, la nutrióloga Mariana Isabel Valdés Moreno recomienda que, sea cual sea, se sometan lo menos posible al calor, ya que con ello los ácidos grasos que le dan propiedades benéficas se pierden.

“Si vamos a utilizar el aceite para guisar, sea un aceite de soya, maíz, canola o cualquiera, está bien: el punto es no calentarlo demasiado y no reutilizarlo”.

Teresa Fung, profesora del Departamento de Nutrición de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard, señala que independientemente de los valores nutricionales de los aceites vegetales, es importante contar con una dieta saludable.

No va a suponer ninguna diferencia en términos de salud (comparar los valores de los aceites vegetales), sobre todo si se sigue una dieta sana que incluya frutos secos y pescado; ya se está ingiriendo una mezcla de grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas”, explicó la especialista.

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