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¿Quesillos ‘pirata’? 6 claves para reconocer un queso adulterado

Las adulteraciones de alimentos se han vuelto cada vez más sofisticadas, en especial en los quesos, pues se ha reportado, por ejemplo, la venta de algunos que agregan más agua a la leche para hacerlos rendir.

¿Se ve como queso, pero no es queso? Hay alimentos como las tortillas y bebidas alcohólicas que se venden con engaños al consumidor por incorporar o sustituir ciertos ingredientes, los productos lácteos no se han escapado de esta situación.

De acuerdo con el Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana el queso proviene de la coagulación de la leche y se distinguen en diferentes tipos por su forma de hacerlo.

De acuerdo con una publicación de la Secretaría de Economía y la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), los productos engañosos son aquellos que no cumplen con lo establecido en las Normas Oficiales Mexicanas.

En el caso los quesos que no son lo que prometen algunas faltas son:

  • Asegurar en su etiquetado estar hechos 100% leche y no serlo.
  • Proporcionar un menor gramaje de lo declarado.
  • Adicionar grasa vegetal para sustituir la leche.
  • No informar el porcentaje de uso de caseinatos.

Sin embargo, estos productos engañosos no se deben de confundir con los quesos tipo imitación que también sustituyen el uso de leche, pero respetan las regulaciones impuestas por Profeco para defender los derechos de los consumidores.

Profeco explica que las imitaciones de queso no pueden hacer uso de palabras como “tipo” o “estilo”, sino que deben indicar la palabra “imitación” con claridad.


¿Qué es el queso adulterado?

En México existe un vasto mundo de sabores de quesos, entre ellos se encuentran algunos como el Oaxaca, Panela o incluso el de Chihuahua.

De acuerdo con Paulina Magaña, coordinadora de Salud Alimentaria de El Poder del Consumidor, “la adulteración de quesos con grasas vegetales, violando la normatividad, es un asunto de, al menos, desde el año 2000... esta práctica se ha mantenido por 20 años, hasta el día de hoy”.

Por ejemplo, en 2022 se reportó en redes sociales la venta de versiones falsas de queso de bola, que de acuerdo con el Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana se caracteriza por venir envuelto en una capa gruesa de cera, en Yucatán.

Además, a inicios de este año la Asociación Ganadera de San Francisco de los Romo también reportó la venta de quesos con:

  • Leche que no es leche.
  • Sustitutos como caseinatos, féculas de maíz y de papa.

Esto también sucede en otros países, la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios ha visto algunos quesos adulterados con harina o almidón.

En conversación con la Gaceta UNAM, el especialista del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo Aarón Fernando González Córdova detalló que las adulteraciones de alimentos se han vuelto cada vez más sofisticadas, en especial en los quesos.

De acuerdo con el experto, para hacerlo en el queso se suele:

  • Añadir más agua a la leche para obtener más volumen.
  • Mezclar ingredientes que son un engaño al consumidor, ya que no se vende lo que está reportado en la etiqueta.

Según González Córdova, algunas personas están perdiendo la percepción sensorial de cierta comida, es decir, cambia el gusto: cuando se tiene enfrente un queso auténtico se puede llegar a rechazar por su sabor fuerte, ya que el paladar se ha acostumbrado a otras versiones.

En el caso de los quesos y los productos lácteos su sustitución como ingredientes principales afecta a las personas que trabajan directamente con la leche como materia prima.

¿Cómo puedo saber si estoy comiendo queso pirata?

Es necesario tomar en cuenta ciertas claves para determinar si un queso ha sido adulterado o cuenta con información engañosa:

  1. En un video de Ken D Berry, especialista en temas de nutrición, explica que lo más importante es leer el etiquetado del producto para asegurar los componentes del alimento.
  2. El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria de Argentina (Senasa), explica que los alimentos provenientes de la leche que han sido alterados o adulterados tienen un olor agrio, grumos o incluso suciedad.
  3. La falta de olor es un factor también podría indicar si es un producto falso.
  4. Si el sabor es más dulce de lo ordinario, podría ser un queso falso.
  5. Precio: Si bien el precio es variable, suele ser un buen orientador, si te ofrecen este queso a muy bajo precio es probable que sea de mala calidad debido a que para elaborarlo son necesarios muchos litros de leche (alrededor de 10 para un kilo), por lo cual no puede costar menos que el precio de su ingrediente principal.
  6. La Asociación Ganadera de San Francisco de los Romo recomienda hacer la prueba del Lugol para reconocer un queso adulterado: echarle una gotita de yodo, si se pone de color negro quiere decir que contiene almidones está adulterado.

Asimismo, Profeco explica que algunos quesos deben de tener cierta composición para ser reales y no ser considerados como una imitación:

  • Queso Oaxaca: Un mínimo del 21.5% de proteína, 20% de grasa butírica y un máximo de 51% de humedad.
  • Queso manchego: Debe de ser elaborado con leche pasteurizada y no debe de contener almidones.
  • Queso panela: Un mínimo del 17% en proteína, 20% de grasa butírica y un máximo de 59% de humedad.

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