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¿Se cancela el cafecito? Estos 7 grupos de personas no deberían beber café

Aunque esta popular bebida tiene muchos beneficios no está indicada para todas las personas, te contamos quiénes deberían omitir o moderar su consumo.

Esa tacita de café cotidiana es imprescindible para millones de personas alrededor del planeta, quienes no imaginan su día sin esa dosis de esta bebida que tiene múltiples formas: expreso, americano, capuchino y un delicioso etcétera; sin embargo, no siempre está indicada para todas las personas.

El café es la bebida más consumida en el mundo después del agua, comenzó a tomarse hace siglos, para el año 575 ya estaba en Etiopía, luego llegó a Asia, Constantinopla, toda Europa y a principios del siglo XVIII era un producto de importación en el Nuevo Mundo.

Se ha documentado que en 1820 el químico alemán Friedlieb Ferdinand Runge aisló la cafeína, el alcaloide del café que causa sus efectos estimulantes.

La cafeína es la sustancia responsable de que el cuerpo se active al tomar café, actúa en el sistema nervioso, sus efectos son diferentes en cada persona.

¿Quiénes no deberían tomar café?

De acuerdo con un artículo de Harvard T.H. Chan School of Public Health, diversos estudios que se han hecho a través de los años apuntan que no hay suficiente evidencia de que el consumo del café con cafeína aumente el riesgo de enfermedades cardiovasculares y cáncer, como se ha sugerido en ocasiones.

De hecho, un consumo de tres a cinco tazas al día está asociado a la disminución del riesgo de varias enfermedades crónicas. Aunque no es una sustancia peligrosa, especialistas sugieren moderar u omitir su consumo en ciertos casos.

Personas con sensibilidad a la cafeína

En un artículo de la Gaceta de la Facultad de Medicina de la UNAM, la doctora Mónica Méndez Díaz, académica del Departamento de Fisiología, explica que la cafeína actúa directamente en el sistema nervioso y al entrar produce efectos de placer o repudio.

Así, mientras algunas experimentan un estado de alerta y una sensación agradable, en otras aumenta la frecuencia cardiaca y respiratoria, lo cual provoca ansiedad.

La publicación de Harvard agrega que las personas que no pueden tolerar la cafeína pueden experimentar nerviosismo e insomnio.

En consecuencia, si una persona ya padece de ansiedad, la cafeína al ser un estimulante puede empeorarla, también se sugiere que quienes experimentan ataques de pánico no la consuman.

Si se padece algún trastorno de sueño se recomienda beber el café al menos seis horas antes de ir a dormir para no afectar la calidad del sueño.

Personas con problemas cardiacos o de presión arterial

La doctora Méndez Díaz señala que quienes sufren de algún trastorno cardiaco deben evitar consumir cafeína, pues sus efectos pueden llegar a ser contraproducentes.

En Eat this, not that, la especialista Kelli McGrane detalla que la cafeína puede causar aumentos temporales de presión arterial y frecuencia cardiaca, por lo que hay que consultar a un especialista para saber si en su caso particular esto representa un riesgo.

“Específicamente, aquellos que tienen dificultad para controlar su presión arterial pueden querer moderar su consumo de café”, coincide el artículo de Harvard.

Durante el embarazo

Harvard recomienda que durante el embarazo se disminuya el consumo de cafeína a menos de 200 mg al día, aproximadamente dos tazas de café, ya que la sustancia activa pasa hacia el feto y esto se ha asociado con pérdida del embarazo y el bajo peso al nacer.

Sin embargo, en el British Journal of Medicine afirman que no existe un nivel seguro de consumo de cafeína durante el embarazo.

Durante la lactancia

También hay que tomar precauciones durante el periodo de lactancia.

“Como la cafeína es un estimulante y diurético, la preocupación es que una madre que amamanta puede correr el riesgo de deshidratarse”, dice Ángel Planells en el portal especializado Eat this, not that.

Niños

La Academia Americana de Pediatría desaconseja el consumo de cafeína y otros estimulantes en niños y adolescentes.

Asimismo, una publicación de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) explica que los menores son más sensibles a la cafeína y pueden sentir los efectos por mayor tiempo.

“El efecto que tiene esta sustancia en las personas depende de la sensibilidad a la misma y qué tan rápido la asimilan. En términos generales, cuanto menor sea el tamaño de la persona, menor será la cantidad de cafeína necesaria para producir efectos secundarios, pero la sensibilidad a la cafeína se ve afectada en gran medida por la ingesta diaria de esta”, describe la Revista del Consumidor de marzo de 2021.

Personas con problemas gástricos

Quienes padecen problemas gástricos como reflujo, colon irritable o acidez podrían sentir mayores molestias al tomar café, por lo que es mejor omitirlo o moderarlo.

En un artículo de Eat this, not that, el nutricionista Ángel Planells explica que la cafeína puede aumentar la regularidad intestinal, incluido el aumento de las posibilidades de diarrea (síntoma del síndrome del intestino irritable).

Personas con glaucoma

Según Angel Planells, hay investigaciones donde se muestra que la presión intraocular aumenta cuando se consume café, por lo que quienes tienen este padecimiento deben consultar a su médico para saber cuál es el consumo indicado.

Cuidado con el azúcar en el café

También hay que tener en cuenta que cuando a esa taza se agregan azúcares, leche, crema batida, jarabes y otros ingredientes esto cambia sus beneficios para la salud que podría tener por su contenido calórico.

“Con estas bebidas, es mejor disfrutarlas como una golosina o postre, y ceñirse al café solo, mínimamente endulzado, de manera regular”, afirma el texto de Harvard.

¿Cuáles son las alternativas al café?

La cafeína está presente no solo en el café, también en bebidas como el té, alimentos como el cacao, refrescos de cola y bebidas energizantes, por lo que hay que sumarlas a la lista de alimentos a evitar si se tiene sensibilidad a esta sustancia.

El artículo de Harvard explica que el café descafeinado es una opción para las personas sensibles a la cafeína y también ofrece beneficios similares al que tiene cafeína.

Sin embargo, aún el descafeinado contiene dicha sustancia activa en muy baja dosis.

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