Esta semana se estrenó la serie documental PRI: Crónica del fin, y en su primer capítulo se centra en uno de los sexenios más polémicos de los últimos años: el de José López Portillo, con una vida llena de lujos.
El exmandatario mexicano López Portillo y su vida amorosa son uno de los puntos que se toca en la serie documental estrenada este 21 de septiembre, pero también el de su vida privada.
“No, no es mi móvil en la vida. Yo creo que la máxima satisfacción que puede tener un mexicano, quien llega a esta responsabilidad (ser presidente), difícilmente puede ambicionar algo más que no sea la oportunidad histórica excepcional que significa”, respondió en una entrevista donde le preguntaron si aspiraba a ser rico, mientras su esposa, Carmen Romano, tocaba una sonata en el piano de Los Pinos.
Sin embargo, su estilo de vida reflejaba totalmente lo contrario. Entre deportes ‘fifís’, residencias en terrenos regalados y las mujeres de su vida, quien fue presidente de México de 1976 a 1982, vivió una vida llena de lujos y polémica.

¿Qué deportes practicaba José López Portillo?
La serie documental, dirigida por la periodista Denise Maerker, muestra fragmentos de videos en los que el expresidente López Portillo practicaba esgrima, uno de sus favoritos, pero no el único.
El exmandatario mexicano también era aficionado de la equitación, y en otros clips se le ve montando a caballo en un centro hípico.
“López Portillo sí, la frivolidad fue su signo distintivo, utilizó los recursos de manera indiscriminada. Y continuó también inversiones monumentales que después no se sostenían. El derroche fue extraordinario”, explica uno de los expertos en el documental sobre el estilo de vida del mandatario.
Las propiedades de José López Portillo
Mientras José López Portillo fue presidente de México, aseguran que “perdió el piso” gracias a que el poder lo cegó. Y no solo a él, también a su familia, que hablaba de mansiones lujosas en sitios de alta plusvalía.

Por ejemplo, la madre del expresidente, Refugio Pacheco y Villa-Gordoa, aseguró en una entrevista documentada que, tras dejar Los Pinos, casa del presidente en aquel entonces, regresarían a su vida ‘común y corriente’.
“Común y corriente; mire, estoy haciendo mi casa, una casa en las Lomas muy bonita, muy cómoda”, explicó la madre del mandatario.
Así era la mansión de ‘la Colina del Perro’
Dentro de sus inmuebles, José López Portillo construyó una amplia mansión “en una colina, con una fortaleza al centro”, en un terreno que comúnmente se le conocía como ‘la Colina del Perro’ y que, además, fue un obsequio.
En el documental, explican que este terreno contaba con 122 mil 881 metros cuadrados, y de acuerdo con los expertos consultados en el documental, “‘La Colina del Perro’ fue el mayor acto de frivolidad y megalomanía” de López Portillo.
La propiedad se ubica dentro del fraccionamiento de Bosque de Las Lomas, en la alcaldía Cuajimalpa. Se compone a su vez de cuatro complejos y, de acuerdo con Proceso, en 1982 vecinos del lugar acusaron que este se construyó presuntamente con recursos del erario.
La residencia destacaba por una mezcla arquitectónica única que combinaba influencias coloniales y californianas, con elementos muy llamativos:
- Chimeneas en abundancia, que le daban un aire rústico y elegante.
- Techos a dos aguas con estilo medieval, reforzando la estética tradicional.
Uno de los espacios más impresionantes era una casa-biblioteca de tres niveles, diseñada en forma de espiral, que resguardaba más de 30 mil volúmenes pertenecientes al exmandatario.
Además, el lugar contaba con instalaciones de lujo como:
- Gimnasio privado
- Alberca
- Cuarto de armas
En lo más alto de la construcción, una cúpula se convertía en observatorio astronómico, reflejando la pasión por la ciencia y el conocimiento.
Actualmente, este complejo ya no existe. El terreno se convirtió en sitio para la construcción de un conjunto residencial conocido como La Toscana, con residencias valuadas en millones de dólares, de acuerdo con el diario Reforma, además de una torre de departamentos con 34 pisos.

Nepotismo y familia de José López Portillo
Su sexenio estuvo marcado por acusaciones de tráfico de influencias y nepotismo, pues su hijo, José Ramón López Portillo, se convirtió en subsecretario de Evaluación de la Secretaría de Programación y Presupuesto, con solo 26 años.
“Del orgullo de su nepotismo y la descomposición de su familia, de su matrimonio con una artista del cine mexicano”, refiriéndose a la relación de López Portillo con Sasha Montenegro.
La relación de José López Portillo y Sasha Montenegro
Durante su sexenio, estuvo casado con Carmen Romano, madre de sus hijos mayores, pero después se divorció para casarse con Montenegro, a quien conoció en 1984 en España.
“Estaba en las calles de Sevilla y estaban las procesiones, estas que hacen. De pronto oigo que me dicen: ‘¡Sasha!’, volteó y lo veo al señor y me dice: ‘¿qué hace usted aquí?’ Y le digo: ‘no, ¿qué hace usted aquí, señor?’ (…) Él era un señorón, con mucha prestancia, con una gran personalidad, obviamente con una gran cultura. Era un hombre encantador”, dijo Montenegro en una entrevista con Gustavo Adolfo Infante hace años.

José se divorció de su primera esposa en 1991, y cuatro años más tarde se casó con Sasha por la vía civil. Él tenía 75 y ella 49 años, lo que causó ruido a nivel público. Después de varios años, se casaron por la Iglesia en el 2000.
Juntos tuvieron dos hijos: Nabila, nacida en 1985, y Alexander, en 1987. Aunque por conflictos familiares iniciaron los trámites de divorcio, estos no se concretaron por la muerte del expresidente, en 2004.







