Empresas

‘Siempre tratan de callarnos’: Estos son los abusos de Volaris que denuncian sus trabajadores

Trabajadores y trabajadoras de Volaris denuncian que la aerolínea los obliga a cumplir con jornadas de trabajo excesivas, a brindar servicio bajo altos niveles de estrés, entre otras cosas.

Volaris enfrenta una crisis laboral que se agudiza. En esta semana casi un centenar de trabajadores y trabajadoras fueron despedidos por atreverse a alzar la voz contra las deplorables condiciones de trabajo a las que han sido sometidos. O simplemente por decir algo que a la empresa no le parece.

De acuerdo con datos obtenidos por El Financiero, 50 personas perdieron su puesto en Tijuana, 30 en Cancún y más de una decena en Monterrey. Y es que al parecer, la aerolínea lanzó una medida de advertencia ante las protestas que se avecinan.

Hace unos días se dio a conocer que las y los trabajadores de Volaris se preparan para detener operaciones la próxima semana en caso de no llegar a un acuerdo con los directivos en cuanto a las condiciones de trabajo que ya se han vuelto intolerables, estas son algunas de ellas.

Jornadas laborales excesivas

El Financiero entrevistó a una decena de embajadores de Volaris, todos ellos con una media de entre ocho y 10 años de servicio en la aerolínea, quienes narran su inconformidad con roles de trabajo que pueden cambiar hasta 15 veces por mes y que no se adecuan a los requerimientos establecidos en la ley que establece descansos obligatorios, así como un número de horas límite en vuelo efectivo para no afectar la salud de los sobrecargos y pilotos.

Uno de los colaboradores, identificado como Víctor, cuenta que Volaris obliga a sus embajadores a realizar jornadas de hasta 13 horas, cuando la Ley Federal del Trabajo (LFT) establece que la jornada laboral debe durar un máximo de ocho diarias, con un descanso de media hora por lo menos. Incluso en condiciones extraordinarias la jornada puede extenderse hasta tres horas diarias pero no más.

Beneficios comerciales por encima de seguridad

Víctor también denuncia que la aerolínea los presiona a vender productos incluso cuando hay turbulencias, una situación que no permite atender completamente la seguridad del vuelo.


“Sí disminuye la seguridad por estar concentrado en vender y completar una cuota de venta. Aunque estamos para atender el avión, las comisiones de venta son casi nulas. Yo he llegado a vender 25 mil pesos a un vuelo a Chicago y la comisión ha sido de sólo 300 pesos”, dice.

Además, la aerolínea le ha encomendado a un grupo de sobrecargos un par de obligaciones: el regalo de obsequios a tripulantes en un mes, regularmente son vasos de café, chocolates y golosinas que los trabajadores deben acompañar de notas y pagar con sus recursos. Incluso denuncian que les han encomendado la venta de tarjetas de crédito de la aerolínea.

Servir a pasajeros bajo altos niveles de estrés

Kevin, con base en Monterrey, describe que uno de los elementos que está aumentando cada vez más entre las tripulaciones es la fatiga. La aerolínea ha reducido los tiempos de inspección de los elementos de seguridad a bordo. En cuatro minutos, los tripulantes deben revisar los equipos de emergencia para corroborar que todo está en orden y poder “sacar la operación”, es decir, operar a tiempo y no retrasar el despegue.

“El estrés en el que estamos es alto, en el cual, las cosas salen de control y si sale algo mal te culpan a ti, además, los descansos son mínimos”, remarca Kevin, quien ha sido citada para ser despedida de la planta laboral tras mostrar su inconformidad.

Les vale ‘m...’ la maternidad

Naesly Ruiz, una tripulante con casi ocho años de antigüedad en la empresa accedió a revelar su identidad ante las condiciones desfavorables de trabajo que la llevarán a presentar su renuncia en los siguientes días.

Con base en la Ciudad de México, Ruiz ha luchado desde hace un par de años contra la falta de un esquema laboral que le permita desempeñar su rol como madre soltera y su empleo en Volaris. Si bien en otras empresas aéreas existe el “rol de madre”, que consiste en un horario laboral que permite a las mujeres con hijos realizar su jornada sin tener que hacer pernoctas en otros aeropuertos que no sean su base, en Volaris se han negado a permitirlo.

“Voy a renunciar porque no han querido escucharme. No he podido lactar adecuadamente e, incluso, los roles de vuelo se han vuelto irregulares, no pudiendo estar presente con mi hijo”, denuncia.

¿Utilidades, dónde?

Los trabajadores también están pugnando porque el año pasado, Volaris tuvo una pérdida neta de 79 millones de dólaresuna situación que borra toda posibilidad de recibir utilidades.

Incluso, los trabajadores dicen que el único año en donde las utilidades han sido cuantiosas fue en el marco de la entrada de la ley contra el outsourcing, en donde los tripulantes recibieron alrededor de 30 mil pesos.

Amenazas para ahogar las quejas

Las irregularidades han llegado a tal grado que, en las ocasiones que han expresado su descontento ante el nivel más alto de la empresa, es decir, ante el director, los tripulantes coinciden en que éste les ha dicho que pueden ser fácilmente reemplazados.

“Nos ha dicho Beltranena que a una sobrecargo la consigue en una caja del Oxxo”, agrega una sobrecargo que coincide con tres de los relatos contados a este diario.

“Siempre tratan de callarnos, el clima laboral ha empeorado más de lo que ha sido en estos años, llevo más de siete años y cada vez me he sentido silenciada. En cuanto quieres dar tu opinión, te tachan de inconformista y te piden que te vayas de la empresa. Nos amenazan”, agrega Kevin.

También lee: